Alineación Estratégica
Alineación Estratégica 2024-2030
Este documento ofrece el camino que el Regnum Christi desea recorrer durante el período 2024 a 2030 –fecha en que se tendrá la próxima Convención General–, a fin de vivir con mayor plenitud y fecundidad el don del carisma que Dios nos ha dado y desde ahí salir al encuentro de las necesidades de las personas de nuestra época.
Fundamentos
Como fundamento de nuestro ser y actuar, tenemos presente que:
Nuestro fin
Nuestro fin es dar gloria a Dios y hacer presente el Reino de Cristo en el corazón de los hombres y en la sociedad (cfr. Estatuto, 7). El cumplimiento de este fin solo puede realizarse como fruto de un encuentro transformante con Cristo, que actualiza su misterio en nosotros y a través de nosotros.
Misión
Dios nos ha dado una misión particular: “hacer presente el misterio de Cristo que sale al encuentro de las personas, les revela el amor de su corazón, las reúne y forma como apóstoles, líderes cristianos, las envía y acompaña para que colaboren en la evangelización de los hombres y de la sociedad” (cfr. Estatuto, 8). Se trata de acoger la vida de Cristo en nosotros y –al mismo y de modo inseparable– colaborar con Él para que más personas se dejen transformar y comprometer por su amor redentor.
Familia espiritual
Somos, por designio de Dios, una familia espiritual y cuerpo apostólico, llamados a vivir en profunda comunión y a ser testigos del amor de Jesucristo por la unión y caridad entre nosotros (Cfr. Estatuto, 3 y 6).
Visión para el año 2024
¿Cómo deseamos llegar, como Regnum Christi, a la Convención General del año 2024? Con un Regnum Christi en el que...
Vivencia del carisma
Se ha comprendido y asimilado el carisma, como ha quedado expresado en el Estatuto, y permea todas las dimensiones de la vida y misión del Regnum Christi.
Identidad como apóstoles
Todos los miembros viven con entusiasmo su condición de apóstoles, siendo testigos del amor de Cristo que transforma la propia vida.
Acción apostólica renovada
Se sale al paso de nuevos desafíos pastorales y de realidades que requieren ser evangelizadas (la familia y el matrimonio hoy, el mundo virtualizado, las crisis de liderazgos, la relación con la creación, etc.), renovando y configurando la acción apostólica, de modo que toque dichas realidades y sea respuesta a las preguntas y necesidades del hombre de hoy.
Evangelización colaborativa
Las localidades viven un fuerte dinamismo apostólico y espíritu de colaboración, con planes de evangelización que integran de modo activo a todas las personas y obras presentes en ella, incluidas las obras educativas.
Estructuras para servir
Las estructuras directivas generales y territoriales de la Federación son sencillas y eficientes, adecuadas a su función, concebidas y organizadas al servicio de la comunión y la misión.
Prioridades: Vivir la misión, desde el carisma
Un renovado impulso evangelizador
Queremos vivir un renovado dinamismo apostólico, que brote de un auténtico encuentro personal con el amor de Dios que nos envía a comunicarlo, compartirlo y testimoniarlo. Aspiramos a que cada persona que participa en la vida y misión del Regnum Christi, comprenda y viva con creciente plenitud su vocación de apóstol.
El carisma como clave de lectura para nuestra misión
Queremos ahondar –con la mente y el corazón– en la comprensión interior del carisma que hemos recibido. Desde este don, buscamos comprender el mundo al que somos enviados y deseamos salir al encuentro de las distintas realidades y personas para que Cristo reine.
Valores
El Regnum Christi propone a sus miembros tres valores como criterio e impulso de todo su vida y acción.
Audacia en la misión
Una actitud de escucha y discernimiento de los signos de los tiempos; la creatividad e iniciativa en las propuestas apostólicas; y el entusiasmo y arrojo en la vivencia de la misión.
Comunión
Espíritu de cuerpo y unión de corazones, ideales, propósitos y esfuerzos, aportando cada uno lo propio, trabajando en equipo, y valorando y promoviendo la aportación específica de los demás (cfr. Estatuto, 27-28).
Autenticidad
Vivencia de los valores del Reino que Cristo encarna y nos propone en el Evangelio; configurando nuestra vida, nuestro ser y nuestro actuar, según esos valores y desterrando con decisión todos aquellos criterios y comportamientos que no sean acordes con los mismos.