Te invito a seguir descubriendo las áreas de oportunidad de la i-generation. ¿Qué otras tendencias hay en este collage?
Por: P. José R. Valencia, L.C.
En el artículo anterior expuse en líneas generales las primeras características de la i-generation o generación Z. En este segundo artículo dedicado al collage effect te invito a seguir descubriendo las áreas de oportunidad de la i-generation. ¿Qué otras tendencias hay en este collage?
Sentitivización:
Así se le llama una reacción neurológica ante una sobreexcitación constante. El ejemplo más claro es en la difundida droga de la pornografía. A mayor exposición se incrementa el deseo de ver más, pero al mismo tiempo va disminuyendo el deleite. El cerebro se va acostumbrando y necesita imágenes más fuertes y por mayor tiempo para sentirse satisfecho. Pero llega el punto en que no hay más. La adicción, vergüenza y frustración se disparan (Doidge, 2007). Hay un estudio interesante en ratas que son estimuladas en la misma zona cerebral afectada por el uso de las redes sociales. Las ratas fueron capaces de soportar dolores crueles con tal de ser estimuladas en esa misma zona. La adicción de las redes sociales, con o sin pornografía, provocan cambios importantes en el cerebro y la conducta (Lehmann, 2017). La cultura digital promueve un placer inmediato, reactivo, a la mano que lo único que acaba produciendo son adicciones y un hartazgo vacío y triste. Nuestros jóvenes están acostumbrados a obtener lo que quieren con un clic y en fracciones de segundos, pero conforme la vida avanza se dan cuenta de que no siempre es así y se va desarrollando una agria indiferencia. Pareciera que el mundo les ha desilusionado en su promesa de no sufrir, de tenerlo todo, de gozar infinitamente. Nada les llena, y ha diferencia de los millenials, la i-generation parece estar apagada. Son la generación de la historia que menos alcohol consume, que concreta menos citas de amor, toma menos riesgos, tiene menos discusiones o peleas, sale menos, lucha menos. Lo que más caracteriza los i-geners es la indiferencia como estilo de vida (Twenge, 2017). La indiferencia es la gran enfermedad de nuestro tiempo (Frossard, 1991; Kelly, 2010; Pope Francis, 2019).
Divertido y placentero:
El Cardenal Sarah cree que nuestra civilización piensa que está en una eterna fiesta (Sarah, Diat, & Miller, 2019). Los jóvenes también son así. Son víctimas del placer vacío, de la pérdida de tiempo sin mayor trascendencia o compromiso. Pareciera que la vida es sólo para entretenerse en lo más nuevo. Siempre ha existido el hedonismo, pero nunca ha estado tan a la mano, con gran difusión y aceptación cultural. Hay quienes dedican más de 4 horas diarias a videojuegos, algunos de los videos muy vistos en youtube son de gatos chistosos que se caen al inodoro o se enredan con su cola. Perder el tiempo es lo más fácil que hacer en esta vida. La pornografía es la droga más consumida de nuestra época y ya hemos hablado del tiempo entregado a las redes sociales. Tenemos que afirmar que efectivamente, los i-geners no tienen tiempo libre, están muy ocupados en vivir distraídos.
Personalidad fragmentada:
Originalmente le llamaron la Facebook deppression pero ahora podría llevar el nombre de cualquier red social (Sweet, Blythe, & Carpenter, 2019). El contacto habitual con redes sociales produce una desconexión afectiva con lo real. Las personas se vuelven menos hábiles para las relaciones interpersonales por falta de empatía, carencias de comunicación, de tolerancia y de paciencia. Fácilmente se opta por una victimización como actitud de vida. La i-gen también lleva una i de individualismo pues los resultados inmediatos que nos brinda la tecnología nos llevan a depender menos del otro. Pareciera que no nos necesitamos. ¿será verdad?
La realidad es que no es así. Ese individualismo no ha producido más que aumento de los índices de depresión y ansiedad. Un 59% reportan ansiedad por tener que tomar decisiones ante el futuro y ante la posibilidad de fracasar. Otros tienen FOMO (fear of missing out), miedo a no ser considerados dentro de la dinámica de amistades de la red social. La depresión también ha aumentado. El índice de suicidio en USA de 2019 ha duplicado el de 2010. Los índices de suicido aumentan en un 35% si la persona dedica más de 3 horas diarias al internet. De hecho en USA tenemos más suicidios que homicidios cada año (BarnaGroup & Worldvision, 2019).
Todo esto ha provocado que tengamos una generación que se percibe fragmentada (41%). Una generación frágil, de cristal. La snowflake generation se siente mal, se siente vulnerable, insegura. La pandemia es sólo un agravante. Prefiere textear a encontrarse cara a cara para protegerse de ser lastimado. Aman estar virtualmente juntos (o solos…). Es una generación que prefiere seguir dependiendo de la seguridad de sus padres. Pasar tiempo con ellos y exigirles que les protejan. Prefieren coches seguros, amigos de su estilo y ambientes seguros. Para ellos la escuela, el trabajo o la familia tienen el deber de protegerlos. Se sienten víctimas de las heridas que les causan o pueden causar, fácilmente se ofenden. Son dados a acusar a los que los lastiman y sufren de miedo. En las universidades casi no hacen preguntas en clase y las denuncias por sentirse ofendidos por comentarios, han ido a la alza (Twenge, 2017).
Pero todavía no terminamos, en el siguiente artículo te quiero dar unas últimas pinceladas descubiertas recientemente en esta nueva generación que los distingue ampliamente de los millenials.
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Referencias
BarnaGroup, & Worldvision. (2019). The connected generation. Retrieved from https://theconnectedgeneration.com/
Doidge, N. (2007). The brain that changes itself. New York, NY: Penguin Group.
Frossard, A. (1991). No olvidéis el amor : la pasión de Maximiliano Kolbe. Madrid, SP: Ediciones Palabra. Retrieved from https://books.google.com.mx/books?id=iEzExLr8ucAC&redir_esc=y
Kelly, M. (2010). Rediscover Catholicism: a spiritual guide to living with passion & purpose. Beacon Publishing. Retrieved from http://lccn.loc.gov/2011277310
Lehmann, C. (2017). Teenage Wasteland. Retrieved May 28, 2020, from https://www.commentarymagazine.com/articles/claire-lehmann/teenage-wasteland/
Pope Francis. (2019). Christus vivit: Post-Synodal Exhortation to Young People and to the entire People of God. Retrieved June 12, 2019, from http://w2.vatican.va/content/francesco/en/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20190325_christus-vivit.html
Sarah, R., Diat, N., & Miller, M. J. (Translator). (2019). The day is now far spent. San Francisco: Ignatius Press.
Sweet, C., Blythe, H., & Carpenter, R. (2019). Fostering criticality for the iGeneration. Retrieved November 27, 2019, from http://web.a.ebscohost.com.divinemercy.idm.oclc.org/ehost/detail/detail?vid=1&sid=04cb933d-b89b-4601-8f96-36f51b944109%40sdc-v-sessmgr02&bdata=JnNpdGU9ZWhvc3QtbGl2ZQ%3D%3D#db=ehh&AN=97217741
Twenge, J. M. (2017). IGen : why today’s super-connected kids are growing up less rebellious, more tolerant, less happy– and completely unprepared for adulthood (and what this means for the rest of us). New York, NY: ATRIA Books.
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