No te conformes con una vida de mínimos, licuada, mediocre. ¡Apunta más alto! Apunta hacia la santidad.

Por: P. José R. Valencia, L.C.

Jesucristo usó diferentes imágenes para describir a la generación de su época (Mt 11,16). Permíteme ahora comparar nuestra generación a un viaje en avión comercial. Al igual que un avión al despegar nuestro mundo va muy rápido. ¿te has fijado en la ventanilla cómo pasan rápido el aeropuerto, las pistas, los aviones? Así en nuestro mundo los cambios no dejan de sucederse. Hay inventos, marcas, modelos, asuntos, cambios. Una vez que el avión despega, parece que nos olvidamos de la velocidad y creamos toda una realidad artificial parecida a la de nuestro mundo contemporáneo.

Una película para el viaje

Una vez acomodados nos hacemos a la idea de un largo viaje e iniciamos nuestra búsqueda de opciones en la pantalla o en nuestro dispositivo electrónico. Vivimos en un mundo de pantalla para pasar el tiempo, pasarla bien. Estamos acostumbrados al mundo de la imagen que produce cierta superficialidad pues la realidad es mucho más que imágenes. Los descubrimientos en el campo neurológico y psicológico (Doidge, 2007; Twenge, 2017) siguen mostrando que tal exposición conlleva una formación rudimentaria y a un procesamiento paralelo. Se procesan varias cosas a la vez, pero con cierta superficialidad. Se sabe poco de muchas cosas, hay una ignorancia por exceso de información (Legionaries of Christ, 2017). Después de varias películas en el avión te sientes saturado, te das cuenta de que eso no te llena, necesitas algo más, y ¡por fin!, apagas la pantalla. Y ahí es donde se abre el espacio a la reflexión, a la oración, a las preguntas profundas. Descubres los porqués, desarrollas hondas convicciones. En este mundo de la imagen te invito a buscar más, tienes sed de infinito, tienes sed de Dios. Búscalo, o más bien déjate encontrar.

¿Le ofrecemos algo de comer?

La azafata con su sombrero y su sonrisa pregunta si deseas comer algo y bajas tu mesita. ¿qué pedirías? En el avión uno se tiene que conformar con lo que hay, de alguna manera te da igual. Nuestra sociedad experimenta algo semejante, todo es relativo, parece que da igual si tomas una decisión u otra, qué religión practicas, qué principios vives. Basta sea rico y fácil de servir como la comida del avión. Buscamos la gratificación inmediata y nos olvidamos de que a la larga ese tipo de comida no es la más nutritiva y fresca, nos puede dañar… Caemos en tristeza, decepción, inmadurez y como producto de ello en adicciones. ¿indiferencia, prisas, porno, fiesta, drogas, vanidad? Tratamos de llenar un vacío con más vacíos… El hedonismo es creer que el placer por el placer podría dar felicidad, pero no es así. Por el contrario, una comida nutritiva equivale a sembrar pacientemente en nuestras vidas, a invertir en disciplina, autodominio y conquista.

¿De beber?

Cuanto te dan tu mini vasito desechable para beber, te das cuenta de que la cosa va en serio… Darte lo mínimo indispensable, eso se llama minimalismo. Y en nuestra sociedad muchas veces se sigue el mismo criterio: ¿qué es lo mínimo que necesito para pasar la materia? ¿lo mínimo para ser un buen amigo? El mínimo de esfuerzo, de orden en tus cosas o de lo que sea. Qué diferente a la medida del amor, que es amar sin medida, sin límites como describió San Pablo en el himno de la caridad (1 Cor 12,31). Cristo espera la mejor versión de ti mismo. No te conformes con una vida de mínimos, licuada, mediocre. ¡Apunta más alto! Apunta hacia la santidad (Pope Francis, 2013). No podemos vivir de lo que se acaba, ¡todo lo material es desechable! Nuestros esquemas materialistas parecen olvidar esta verdad. Construye sobre lo que no se acaba, inviértele al mundo del espíritu que es amor a los demás, donación, espiritualidad. A veces lo que no es tan palpable persiste más en el tiempo. Persistirá en la eternidad.

Las personas

Es curioso también reflexionar sobre las personas que te rodean en el avión. Las azafatas, los de al lado, los pilotos. Son relaciones provisorias que en cuanto termine el viaje del avión no los volverás a ver. Las azafatas te tratan como si te conocieran, pero en realidad, como los yogurts, esa “amistad” nace con fecha de caducidad. Cuántas relaciones de noviazgo y de amistad y hasta de matrimonio nacen con fecha de caducidad. Tenemos miedo a los compromisos definitivos. No podemos olvidar que un amor verdadero y pleno vive para siempre. El matrimonio está en crisis por qué nos hace falta creer en el amor. Te reto a construir relaciones más profundas con los demás, a fortalecer tu vida de equipo y de comunidad dándoles su lugar.

Fíjate también cómo puedes pasar horas sentado junto a una persona, bajarte del avión y apenas haber cruzado alguna palabra. Somos, o nos hacen, un tanto individualistas. Qué diferente sería nuestro mundo si nos abriéramos más a una cultura del encuentro con el rostro del otro. Si en vez de juzgar al de a lado por apariencias, dialogáramos con él para descubrir un amigo, un hermano, un compañero de viaje. ¡Descubre el don que hay en cada persona!

¿Te subes?

Tú decides si te subes a ese avión, si compras toda la cultura tal como viene o desarrollas un espíritu crítico constructivo, porque criticar y destruir siempre es más fácil que construir. Si criticas es porque tienes algo nuevo que ofrecer y tú mismo estás dispuesto a comprometerte. Necesitamos crear una cultura de encuentros que provoque solidaridad, generosidad y espiritualidad. Así algún día podremos comparar esta generación no con un viaje en avión sino con un pequeño grano de mostaza lleno de fe que crece de día (en las buenas) y de noche (e incluso en sus fallas). Sembremos una nueva época.

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Referencias

Doidge, N. (2007). The brain that changes itself. New York, NY: Penguin Group.

Legionaries of Christ. (2017). Christus vita vestra: Ratio institutionis de la Congregación de los Legionarios de Cristo. Roma, LZ: Departamento de Publicaciones Institucionales. Retrieved from https://www.amazon.com.mx/Christus-vita-vestra-institutionis-Congregación/dp/1546465367

Pope Francis. (2013). Gaudete et exsultate: Apostolic Exhortation on the call to holiness in today’s world. Retrieved October 10, 2018, from http://w2.vatican.va/content/francesco/en/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20180319_gaudete-et-exsultate.html

Twenge, J. M. (2017). IGen : why today’s super-connected kids are growing up less rebellious, more tolerant, less happy– and completely unprepared for adulthood (and what this means for the rest of us). New York, NY: ATRIA Books.

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