¿Cuáles son los denominadores comunes de todos estos cambios de época?
Por: José R. Valencia, L.C.
Hace unos meses experimentamos cómo el mundo se detuvo ante el brote de la pandemia del COVID-19. En noviembre 2019 se detectaron los primeros casos en Hubel y en marzo el mundo occidental estaba en emergencia. Esto ha acelerado una serie de procesos y adaptaciones que concluirán con la etapa de transición hacia una nueva época. En el año 476 cayó el gran imperio romano de occidente ante la invasión del pueblo bárbaro. Terminaba la época de una civilización que había sido esplendorosa pero la inmoralidad manifestada en juegos de gladiadores cada vez más crueles, desenfrenos en el campo sexual y alimenticio, así como abusos de autoridad predijeron su ocaso. Montesquieu lo explica muy bien cuando afirma que más estados han perecido por la depravación de las costumbres que por la violación de las leyes. En 1453 caería el otro gran imperio romano de oriente y solo cuarenta años después se descubría el continente americano e irrumpiría la imprenta con su influjo en la difusión del conocimiento. Los cambios de época no siempre son un evento concreto sino más bien una sucesión de hechos, un intervalo que predice que termina algo e inician nuevos comportamientos sociales. La edad contemporánea iniciará con la revolución francesa, la máquina de vapor y la independencia de USA. Junto con otros autores (Kelly, 2004; Pope Francis, 2015) estoy convencido de que estamos en ese intervalo de eventos que dividirán nuestra época. La caída de las torres gemelas en el 11S de 2001 con la sucesión de atentados terroristas por todo el mundo y la sensación de inseguridad. Y ahora la sorpresa de un mundo que estuvo arrodillado ante la pandemia.
Indicadores del cambio de época
¿Cuáles son los denominadores comunes de todos estos cambios de época? (Kelly, 2004) En primer lugar, la inestabilidad política. En la actualidad no tendríamos duda de esto al ver al presidente de USA juzgado durante su mandato, las revueltas en Chile, las manifestaciones por la muerte de George Floyd, las manifestaciones en defensa de la mujer, etc.
En segundo lugar, la pérdida de valores familiares y la consecuente desintegración de la misma familia. Tenemos de moda la infidelidad, la trampa, las relaciones sexuales fuera del matrimonio, el divorcio y la violencia. Lo cual está provocando alergia al matrimonio y un incremento en parejas de hecho. En USA se habla de un 70% de parejas jóvenes cohabitando por razones de conveniencia. Incluso ya se habla de un efecto llamado “el efecto de cohabitación” (Rhoades, Stanley, & Markman, 2009), que consiste en unir todas las desventajas que se producen en una unión sin matrimonio. ¿cuáles son? Además del escándalo y del sexo sin amor definitivo, hay una inestabilidad que lleva a la depresión, daña a los hijos y concluye muy probablemente con la separación de la pareja. Los matrimonios sufren a causa de carencias de comunicación, caridad, amor, respeto y compromiso. Nada que quieras para tu vida…
En tercer lugar, surge la promiscuidad sexual. Así como el imperio romano se desintegró por la invasión de esos bárbaros sin derechos. Ahora tenemos una tribu de bárbaros de ambos sexos ultrajando el imperio de la intimidad de la otra persona. Sexo sin amor definitivo, sexo sin fecundidad, sexo egoísta sin la alianza esponsal que lo dignifique e integre. Como me comentaba un joven, “lo hice y me sentí fatal…”, los igeners se están dando cuenta de que el amor es grande y no lo pueden diluir con un sexo sin entrega para siempre.
En cuarto y quinto lugar, el elevado número de muerte de inocentes y de violencia en general. ¿qué hay más inocente que un niño no nacido? El aborto sigue siendo el nuevo holocausto nazi de nuestro tiempo. La violencia a las mujeres o a los hombres, y ahora las enfermedades biológicas cuyas causas seguirán revelándose. Estamos viviendo una guerra mundial a pedazos, como afirmó el Papa Francisco.
Lo que es propio de este cambio de época además de lo común a mi modo de ver es el fenómeno migratorio que puede producir un choque de culturas (Huntington, 2011). El hemisferio sur más hambriento puede algún día levantarse en contra del hemisferio norte. La cultura islámica va creciendo en su presencia poblacional en Europa. La globalización y la migración están acercando a las culturas y exponiendo las desigualdades con mayor crudeza. Es tiempo de globalizar la solidaridad y no la indiferencia para poder evitar el confrontamiento. Otra realidad propia de este cambio de época es el desarrollo tecnológico. Cada dos días duplicamos la información que había hasta 2003 y los jóvenes pasan más tiempo delante de una pantalla que si sumamos su tiempo durmiendo. (Twenge, 2017). Los efectos positivos y más aún los negativos de tan alta exposición ya se están sufriendo como expliqué en mis artículos del efecto collage. Ya lo decía el Papa Benedicto XVI, afirmando que hay algo en el ambiente que a todos nos está envenenando. Una cultura sin Dios, volcada en la gratificación inmediata, sin referencias estables, indiferente. La indiferencia es la enfermedad de nuestro tiempo (Frossard, 1991; Pope Francis, 2019). Sí, pero al fin de una época, viene el inicio de otra de la cual quiero platicarte en el siguiente artículo.
“Porque uno puede pasar su juventud adormecido, incapaz de cultivar relaciones profundas y de entrar en lo más hondo de la vida. De ese modo prepara un futuro pobre, sin substancia.” (Pope Francis, 2019, n. 19)
Sígueme en:
Instagram: @jrvalencialc
Facebook: P Jose Valencia LC
Referencias
Frossard, A. (1991). No olvidéis el amor : la pasión de Maximiliano Kolbe. Madrid, SP: Ediciones Palabra. Retrieved from https://books.google.com.mx/books?id=iEzExLr8ucAC&redir_esc=y
Huntington, S. P. (2011). The clash of civilizations and the remaking of world order. New York: Simon & Schuster.
Kelly, M. (2004). The rhythm of life : living every day with passion and purpose (3rd ed.). Boston, MA: Beacon Publishing.
Pope Francis. (2015). We Are Not Living an Era of Change but a Change of Era. Retrieved June 12, 2019, from https://aleteia.org/blogs/deacon-greg-kandra/pope-francis-we-are-not-living-an-era-of-change-but-a-change-of-era/
Pope Francis. (2019). Christus vivit: Post-Synodal Exhortation to Young People and to the entire People of God. Retrieved June 12, 2019, from http://w2.vatican.va/content/francesco/en/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20190325_christus-vivit.html
Rhoades, G. K., Stanley, S. M., & Markman, H. J. (2009). The Pre-Engagement Cohabitation Effect: A Replication and Extension of Previous Findings. Journal of Family Psychology, 23(1), 107–111. https://doi.org/10.1037/a0014358
Twenge, J. M. (2017). IGen : why today’s super-connected kids are growing up less rebellious, more tolerant, less happy– and completely unprepared for adulthood (and what this means for the rest of us). New York, NY: ATRIA Books.
Para ver todos los artículos del padre José Valencia, L.C. Clic aquí.