Regnum Christi México

Radicalidad

Regnum Christi

Seguir a Cristo exige vivir al límite, arriesgarse, saltar al vacío, confiados en que “si Dios está conmigo, ¿quién contra mí?”.

Por H. Luis Eduardo Rodríguez, L.C. 

“Llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y decía: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, en testimonio contra ellos». Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.”
(Mc 6,7-13 / XV Domingo Ordinario B)

Quien me conoce, sabe que me encanta la adrenalina de los deportes: desde jugar un partido de fútbol al máximo, hasta saltar desde una piedra al agua cuatro o cinco metros más abajo. Uno de mis sueños es poder, algún día, tirarme de paracaídas y saltar en bungee jumping. Sé que no soy el único: cada día, los deportes extremos crecen en popularidad. El sky diving, el motocross, la escalada, el snowboarding, el freediving no sólo se ven en la tele o en YouTube: la gente va y lo hace. Pero ¿qué tienen estos deportes que atraen tanto a las personas, en especial a los jóvenes?

No creo que haya un motivo único… Podemos nombrar varios: Ante todo, la emoción y la adrenalina causada por riesgo que uno corre. También está el hecho de saber que son muchos los que “quisieran” pero pocos los que se atreven y lo hacen. Además, uno tiene la posibilidad de conocer lugares únicos: la vista desde el cielo al descender en caída libre o desde la cima de un risco, o las maravillas del fondo del mar. Quizá no sea un deporte, pero lo mismo aplica para las fuerzas militares de élite como el SAS británico, los Navy SEALs o los Shayetet 13 de Israel… con el plus de estar prestando un servicio a la patria y a la humanidad.

¿Quién se apuntaría a cualquiera de estas actividades o fuerzas militares, sabiendo lo que implica? ¡Podría perder la vida! Aun así, vemos cómo, cada día, personas deciden saltar de un avión a más de 3,500m de altura sólo con una mochila a la espalda o se lanzan de un puente para hacer bungee jumping o se unen al ejército. La respuesta es fácil: los seres humanos tenemos miedo al dolor y a la muerte, pero nuestro deseo de éxito, de seguir grandes ideales, de radicalidad, es más fuerte que cualquier miedo. Y Cristo lo sabía muy bien…

Cristo no nos pinta un evangelio fácil y cómodo: “Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.” Seguir a Cristo implica sacrificio, dolor y trabajo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”. Pero la recompensa lo habrá valido todo, incluso la muerte: “El que pierda su vida por mi causa, la encontrará”. Quizá en estos últimos años hemos dejado a un lado este aspecto básico de nuestra fe: ¡Es hora de retomarlo! El seguimiento de Cristo no es para los cómodos y miedosos, sino para los valientes y atrevidos. Seguir a Cristo exige vivir al límite, arriesgarse, saltar al vacío, confiados en que “si Dios está conmigo, ¿quién contra mí?”.

24 noviembre 2024
No Venue Found
30 noviembre 2024
Evento en linea
03 diciembre 2024
Evento en linea
05 diciembre 2024
Evento en linea
20 enero 2025
Universidad Anáhuac

Recibe todo sobre el Regnum Christi en tu correo.

Scroll al inicio