En su homilía, Mons. Rogelio inició extendiendo una felicitación a todos los alumnos, padres de familia, benefactores, personal del instituto, a los sacerdotes legionarios quienes concelebraron con él, así como a las consagradas del Regnum Christi y novicios que sirvieron al altar, por los primeros 50 años de vida del Colegio Mano Amiga Monterrey.
“El número 50 es muy especial pues es tiempo jubilar, siguiendo la tradición heredada del pueblo de Israel se celebran los 50 años, ‘pentecostés’ que evoca el sentimiento más bello del ser humano: el amor. Es expresar en el agradecimiento y en el perdón”.
Mons. Rogelio Cabrera López.
Destacó que, cuando se felicita se tiene un doble sentimiento, el de agradecer y el de pedir perdón por lo que no se pudo lograr y así lo deben hacer todas las instituciones, en particular ahora que se celebran estos 50 años de historia, de amor y de bien, de superación de tantas personas que han pasado por Mano Amiga Monterrey y de las personas que han colaborado en esta obra.
Ya el Papa San Juan Pablo II invitó a reconocer que hay una emergencia educativa y lo reiteró el Papa Benedicto XVI, enfatizando que la educación es una prioridad, parte fundamental del ser humano que viene a acompañar el espacio primario que es la casa y la familia. Siempre la escuela es la casa alternativa que tenemos los seres humanos y por ello es muy importante como espacio de amor y educación.
La pregunta que hace Cristo en el Evangelio ‘¿Creen que puedo hacerlo?’ nos hace reflexionar acerca de la fe, que es creer que Dios sí puede. Tal como lo describe San Pablo en la carta a los romanos: “la fe es creer contra toda esperanza”, cuando todo parece que no va a cambiar, que es irremediable, allí aparece el poder de Dios.
Y así en el Evangelio respondieron los dos ciegos: “Sí, creemos que puedes hacerlo”, y así este colegio cree en el poder de Dios, en la fuerza del amor, en la fuerza de la caridad.
“Gracias hermanos por poner tanto empeño en este colegio, no hay que desanimarse. Vienen cosas difíciles pero Dios siempre nos ha dado la fuerza para superar cualquier dificultad”.
Mons. Rogelio Cabrera López.
Finalizó agradeciendo al P. Carlos Gutiérrez, L.C., presidente del Colegio Directivo Territorial del Regnum Christi en el Norte de México, así como a todos los que colaboran en tan importante obra de la educación.
Como ofrendas, se presentaron unos libros como símbolo de las enseñanzas recibidas, un balón como símbolo de la alegría, una despensa símbolo del agradecimiento a los bienhechores, un cirio como símbolo de la fe católica que se recibe en el colegio y una playera del ECYD y de Misiones como símbolo del deseo de ser apóstoles. Finalmente se ofrecieron el pan y el vino como símbolo de los esfuerzos y trabajo, así como de la unidad de la comunidad Mano Amiga, uniéndose a la entrega generosa de Dios en la cruz y a la Eucaristía que es el centro de nuestra vida cristiana.
Posterior a la Celebración Eucarística, se llevó a cabo una ceremonia en la cual se otorgaron reconocimientos a varios miembros de la comunidad, se compartieron testimonios y se develó la placa conmemorativa de los 50 años de fundación de Mano Amiga Monterrey, en la cual quedó plasmado en una frase que en el colegio se aprende que el verdadero éxito no solo se mide por el conocimiento adquirido sino por el impacto que genera en las vidas de los demás.
En el presídium se congregaron importantes personalidades, las cuales compartieron significativos mensajes.
“Hoy no solo celebramos medio siglo de historia sino también el impacto profundo que ésta institución ha tenido en la vida de miles de niños y jóvenes en sus familias y en la sociedad”.
P. Carlos Gutiérrez, L.C.
Recordó que la misión del Colegio es transformar la vida de las personas creando oportunidades de desarrollo a través de una formación integral, impulsando a los alumnos tanto en la excelencia académica como en el desarrollo humano, moral y espiritual, formar personas completas ya que el conocimiento sin valores carece de propósito; el verdadero éxito está en vivir con caridad, humildad, honestidad y congruencia.
Enseguida se procedió a la entrega de reconocimientos a diversas personalidades que han apoyado incansablemente al Instituto Mano Amiga, entre ellas la Sra. Silvia de la Fuente de Garza, Sra. Yolanda Santos de Hoyos, Sra. Norma Zambrano Villarreal y Lupita Sánchez Berlanga.
La directora de Mano Amiga Monterrey, Adriana Gómez Díaz agradeció a todos los presentes refiriéndose a ellos como una gran familia y recordó cómo, desde 1974 han marcado la vida de quienes han pasado por los patios y aulas del colegio. Agradeció especialmente a los primeros bienhechores que con su trabajo y amor incondicional dieron vida a tan hermoso proyecto, así como a las fundadoras quienes sembraron la semilla que hoy florece.
Como obra apostólica de los Legionarios de Cristo, el colegio ha visto pasar sacerdotes que han dejado huella, desde el P. Eugene quien fue el primer director, el P. Peter, el P. Devlyn y el P. James McKenna quien goza ya de la gloria eterna y celebra con nosotros este gran día. Asimismo, cada semana acompañan a los sacerdotes en sus visitas, los novicios y los alumnos de la Apostólica.
La directora agradeció a su equipo directivo por su labor incansable, junto a los docentes quienes enriquecen las vidas de los alumnos y contribuyen a la construcción de una sociedad más justa y compasiva, fomentando un entorno respetuoso en el que los valores cristianos son enseñados y vividos, logrando que los alumnos se formen con empatía, solidaridad y respeto, lo que les proporciona un sentido de propósito y dirección en sus vidas, contribuyendo a su bienestar emocional, social y psicológico.
“Los docentes de Mano Amiga son quienes hacen posible la vida del colegio, son el reflejo del amor por la formación y se vuelven un Jesús Maestro para todos nuestros alumnos”.
Adriana Gómez Díaz.
Enseguida, el Prof. José Luis Cisneros Guillén, exalumno de la segunda generación de Mano Amiga Monterrey, compartió su testimonio. Él es maestro con amplia experiencia en la enseñanza del idioma Inglés y Francés, y se especializa en la traducción de textos médicos, legales, técnicos y académicos.
“Cuando pienso en educación lo primero que viene a mi mente es mi paso por Mano Amiga por lo que agradezco al P. Eugene quien fue mi director y al profesor Ocaña por su ayuda, su enseñanza y su paciencia”.
José Luis Cisneros Guillén.
Recordó con gran alegría el entusiasmo del profesor Francisco quien le enseñó a jugar ajedrez, pues se salió de lo estrictamente necesario para compartir algo que realmente pudo disfrutar y que al día de hoy, comparte con su familia.
El siguiente en tomar la palabra fue el presidente del patronato de los Colegios Mano Amiga de Nuevo León, el Sr. Roberto Melo Fernández quien enfatizó que la educación es el arma más poderosa que existe para cambiar al mundo, citando a Nelson Mandela. Dio gracias a Dios por los primeros 50 años de Mano Amiga Monterrey y extendió una felicitación a toda la comunidad educativa: alumnos, exalumnos, padres de familia, maestros, sacerdotes, consagradas, consagrados; que logran que se lleve a cabo la formación integral de los niños, niñas y adolescentes.
Agradeció también a las instancias de gobierno, empresas, proveedores, bienhechores, padrinos así como miembros actuales y pasados del patronato.
“El gran objetivo de la educación no es el conocimiento, sino la acción. Esta formación transformará la vida de nuestro país”.
Roberto Melo Fernández.
A continuación se llevó a cabo la ceremonia de develación de la placa conmemorativa durante la cual el maestro Enrique Castañeda Téllez Girón, director nacional de la Red de Colegios Mano Amiga dejó un claro mensaje.
“La educación es generadora de esperanza, es un hacer crecer si se sitúa en la dinámica de dar la vida, según palabras del Papa Francisco”.
Enrique Castañeda Téllez Girón.
Agradeció a toda la familia Regnum Christi, y todos los que han sumado esfuerzos a Mano Amiga a través de los años, reconociendo especialmente a todos los maestros por formar, educar y evangelizar; agradeció por darles camino a los alumnos pues es complejo educar dando libertad pero con límites. Gracias por acercarlos a Cristo y que vive en cada uno y recordó que Mano Amiga es la obra social del Regnum Christi y todos constituyen esa gran familia.
Para cerrar con broche de oro, el coro de Mano Amiga Monterrey entonó el himno que más que una composición musical, es el símbolo de los valores, la misión y visión formadora y educativa, y de todo lo que representa la institución. Cada una de las notas y la letra, refleja el compromiso con la formación integral de los alumnos, el respeto a los principios del humanismo cristiano y el deseo de construir una sociedad más justa y solidaria.
Encomendemos a esta gran comunidad para que sigan trabajando juntos, siendo un faro de luz, esperanza y calidad educativa en la comunidad. ¡Feliz aniversario!