El domingo 12 de abril con una Misa de clausura sin precedentes, por el alto número de participación y las condiciones en las que se llevó a cabo, Juventud y Familia Misionera dio fin a las Misiones Extraordinarias 2020. La Santa Misa fue presidida desde Estados Unidos, por el P. John Connor, L.C., presidente del Colegio Directivo General del Regnum Christi.
La transmisión en vivo, que fue realizada a través de las redes sociales, contó con una audiencia de más de 20 mil personas que participaron, como cada año, en la Resurrección de Jesús y la culminación del trabajo misionero, que ahora tuvo que ser realizado en casa y apoyado de los medios digitales.
“Cristo ha resucitado, este es el grito que nos llena de alegría hoy”, comenzó diciendo el padre Connor en su homilía, y continuó hablando de lo particular de las misiones que concluyen: “Este año el lema de las Megamisiones era «Di sí al sueño de Dios», y nos preparamos como cada año para salir con nuestras mochilas para la misión, pero no imaginábamos que el sueño de Dios era otro para esta Semana Santa. Dios soñaba con robustecer la unión de tu familia mediante la oración y la celebración de tantas actividades desde casa”.
Dijo también que ser misionero en casa “es la misión más importante que tú puedes realizar hoy en día para transformar el mundo”, y que particularmente en esta Semana Santa “Dios quiso enseñarnos cómo ser misioneros en un mundo de crisis, pero constatamos una realidad sorprendente y maravillosa, nuestro espíritu misionero no puede ser encerrado, el amor de Dios busca nuevos caminos y nuevas formas de predicar el Evangelio. El sueño de Dios era hacernos experimentar una explosión nueva de la creatividad del Espíritu Santo”.
Concluyó mencionando que estamos listos para responder a la pregunta ¿qué quiere Dios de todo esto que acabamos de vivir?, pues viendo la situación que de las semanas que tenemos por delante “comprendemos que esta semana es sólo una parteaguas y una experiencia que marcará un antes y un después; y que hemos aprendido a ver con ojos de fe y de esperanza y entendemos que el sueño de Dios para nosotros tiene dos valores muy importantes: fortalecer la Iglesia doméstica y ser misioneros de esperanza para los demás”.
Este año, debido a la pandemia del COVID -19, la tradicional Megamisión fue reemplazada por el programa “Misionero extraordinario”, a través del cual los misioneros y sus familias tuvieron acceso a recursos y transmisiones en vivo de todas las actividades de Semana Santa.
De acuerdo con las cifras finales, más de 50 mil personas se inscribieron para ser misioneros extraordinarios a través del registro especial que se habilitó para este propósito, y casi medio millón de personas siguieron las 36 horas totales de transmisiones en vivo de misas, conciertos y catequesis a través de redes sociales.
Juventud y Familia Misionera es una obra del Regnum Christi que, desde los años 80´s, respondió al llamado de san Juan Pablo II para una nueva evangelización; actualmente sigue el mandato del papa Francisco de llegar a las periferias como una iglesia en salida.
Durante el año también se realizan misiones de fin de semana, de verano y en Navidad, por lo que buscaremos la manera de seguir apoyando las zonas más vulnerables de nuestro País, en cuanto las condiciones lo permitan.
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