El P. Romano ha trabajado en diversas partes del mundo, incluyendo Sudamérica (Chile y Argentina), Alemania, España y Roma. Desde hace cinco años, sirve en Torreón, una Diócesis que cuenta con 139 sacerdotes entre religiosos y diocesanos, y está dividida en varios decanatos.
Cada tres años, los decanos y consejeros son elegidos para representar a sus compañeros en el presbiterio. En esta ocasión, el P. Romano, L.C., fue uno de los nombres propuestos por su decanato, resultando elegido para este importante rol.
El consejero presbiteral desempeña un papel clave al ser un puente entre los sacerdotes de la Diócesis y el obispo. Entre sus principales responsabilidades están:
- Representar a los sacerdotes ante el obispo, comunicando sus inquietudes y opiniones en las reuniones mensuales de consejo.
- Transmitir la visión pastoral del obispo a los decanatos, promoviendo la unidad y el trabajo conjunto en temas como el calendario diocesano, ejercicios espirituales, catequesis y ministerios, en línea con las directrices del Papa Francisco.
Para el P. Romano, su nombramiento refleja el crecimiento y apertura de los Legionarios de Cristo en la región.
Por su parte, Mons. Luis Martín Barraza Beltrán, obispo de Torreón, en sintonía con la Conferencia Episcopal Mexicana, ha lanzado las “Santas Misiones Populares”, una iniciativa que busca revitalizar la fe desde dentro de la Diócesis. Inspirado por San Juan Pablo II y su llamado misionero en el año 2000, este proyecto anima a los sacerdotes y laicos a salir al encuentro de las personas, renovando su compromiso con la evangelización.
“El obispo es muy consciente de que debemos renovarnos como Iglesia para salir al encuentro de las personas, eso es una realidad”, expresó el P. Romano, quien también destacó que la misión del consejero tiene un fuerte componente espiritual: trabajar por la unidad y fortalecer la comunión eclesial.
Con este nuevo rol, el P. Francisco Javier Romano, L.C., se convierte en un pilar importante para el desarrollo pastoral y espiritual de la Diócesis de Torreón, guiado por su experiencia y compromiso con la misión de la Iglesia en el territorio.