El evento reunió a 10 jóvenes invitados junto con sus seres queridos, sumando un total de 40 asistentes, además de los padres y hermanos legionarios. También se contó con la presencia de familias y jóvenes que forman parte de diversos apostolados y reciben dirección espiritual, fortaleciendo así los lazos de comunidad y crecimiento en la fe.

Uno de los momentos más significativos fue la música, ya que los cantos de la misa fueron interpretados por una de las familias asistentes, quienes cada domingo animan el coro en su parroquia. Con sus voces, crearon un ambiente de oración y recogimiento, elevando aún más la experiencia espiritual del encuentro.

Este tipo de celebraciones refuerzan la importancia de la comunidad y la entrega a Dios, recordando que la vocación es un camino que se construye en familia y con el acompañamiento de quienes comparten la misma fe.

Damos gracias a Dios por esta comunidad que tuvo la oportunidad de vivir un día para renovar el corazón, fortalecer la vocación y vivir la alegría de ser Iglesia.