Susana Ayala, fundadora de ID es consagrada del Regnum Christi hace casi 30 años y está dedicada a la sanación interior. Es originaria de Monterrey y actualmente reside en la comunidad de consagradas del Regnum Christi “El Rosario” de San Pedro, Nuevo León.

“Ante los frutos que experimentamos en nuestra propia vida, quisimos poner al alcance de los miembros del Regnum Christi estos medios que tanto nos ayudan.  Conforme los hacíamos, otras secciones nos fueron contactando para hacerlos también en sus localidades”.
Susana Ayala.

Recientemente, la sección de señoras de Madrid y miembros de la Universidad Francisco de Vitoria vivieron la experiencia del retiro ID, un encuentro de fe y sanación que reunió a decenas de participantes.

“Llevo dos años en un proceso de sanación, y hoy tengo claro que el Señor puso este retiro en mi camino porque debía vivirlo. Llegué con el corazón abierto y con la expectativa de lo que Él tenía preparado para mí. Ha sido un regalo lleno de respuestas a inquietudes profundas que llevaba en mi interior. La intercesión y la alabanza fueron impactantes. Me voy con el corazón pleno, en paz, con una felicidad inmensa y con la sensación de haber soltado un gran peso. Ha sido una bendición de principio a fin. Gracias a Dios y a todos ustedes”, compartió un participante.

En Cancún, el retiro reunió a 70 personas, entre jóvenes y adultos de diversas ciudades de México, además de una representante de Guatemala.

“Descubrí un camino para conocerme mejor y trabajar en profundidad las etapas de mi vida. Me dieron herramientas para fortalecer mi familia, porque sin un encuentro real con Jesús, muchas veces buscamos la felicidad en otros que también están heridos, lo que solo lleva a rupturas matrimoniales y familiares. Hoy comprendo mejor mi historia y sé que puedo trabajar para recuperar mi matrimonio y mi hogar”, reflexionó uno de los asistentes.

En Mérida, 75 personas participaron en esta experiencia transformadora.

“Durante años he cargado con el dolor del abandono de mi madre, pero en este retiro pude verla con otros ojos, perdonarla y dar un paso firme hacia la sanación. Fue un proceso fuerte, pero profundamente liberador. Entré con pocas expectativas y salí fortalecido, con una paz interior que no había sentido en mucho tiempo”, compartió un participante conmovido.

Si quieres tener una experiencia ID, da clic en este enlace.