Según datos de la FAO (Food and Agriculture Organization), la pandemia de COVID-19 representa un claro peligro para la seguridad alimentaria y la nutrición de las comunidades más vulnerables del mundo, ya que el hambre es otra pandemia provocada por el CORONAVIRUS.
Por ello, ahora más que nunca, el proyecto «Nutrimisión», que inició en el año 2017, continúa llevando ayuda alimentaria a niños con desnutrición y riesgo social de la zona alta del municipio de Miramundo, en el departamento de Chalatenango.
La tarea es, como afirma la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), “impedir que la crisis sanitaria se transforme en una crisis alimentaria” y poder contribuir a la recuperación de los pequeños con malnutrición.
Actualmente, se cuenta con las donaciones de personas altruistas e instituciones como FUSAL (Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano) y el proyecto social estudiantil alemán, entre otros; que hicieron posible que este 2 de octubre, se entregaran 80 canastas básicas, medicamentos, arroz con soya y ropa nueva a niños y familias beneficiarias de este proyecto.
Se trabajó en conjunto con promotores de salud, quienes fueron los encargados de evaluar a los niños y llevar la ayuda casa por casa para evitar aglomeraciones y posibles contagios. La última entrega de ayuda en este año está programada para el sábado 4 de diciembre.