Del 21 al 28 de enero, como parte de la preparación para la renovación de la Vida Religiosa y Consagrada, se llevaron a cabo diferentes talleres y pláticas en los que participaron algunas congregaciones de la Diócesis de Cancún-Chetumal. Por otra parte, con el apoyo de FIDEI México, se llevó a cabo el taller «Comunicación Asertiva», en el que participaron congregaciones y consagradas de la diócesis.

El 2 de febrero, día en que tradicionalmente se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, cuyo lema para este año es «La vida Consagrada,  parábola de la fraternidad para un mundo herido» se recordó  en una celebración eucarística presidida por Mons. Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L.C., Obispo de la Diócesis de Cancún Chetumal, la importancia y el papel que la Vida Consagrada tiene en el momento que vivimos, debido a una pandemia que ha mostrado con toda su crudeza la vulnerabilidad del ser  humano el dolor y la  incertidumbre que se han adueñado de muchos corazones

“Hoy la Vida Consagrada quiere recordarnos que todos somos hermanos y que todos estamos convocados a la ayuda  y al  apoyo recíproco sin desatender a nadie. Que está celebración nos recuerde vivamente a todos la esencia de nuestra vocación: ser ofrenda generosa al Señor para nuestro mundo sufriente”, mencionó Mons. Elizondo en su homilía.

Al final de la misa, concelebrada por los Sacerdotes, P. Emilio Díaz-Torre, L.C., Pbro. José Alberto Valdez Vélez y el Pbro. Mario González, renovaron sus votos las religiosas y consagradas provenientes de diversas congregaciones con presencia en la diócesis.

“Que el Señor las(os) Bendiga y que su Vocación, crezca, florezca y dé mucho fruto, pedimos por ustedes, por las vocaciones y gracias por su testimonio”, fue la frase de Mons. Elizondo para cerrar la celebración.