México es un país que se caracteriza por tener atractivas tradiciones y bellos lugares recreativos donde se puede experimentar un gran número de sabores y disfrutar de sus paisajes. Mas la violencia opaca constantemente la calidez de su gente y de sus localidades.
En lo que va del año, se han reportado dos meses con mucha violencia: marzo (3, 600 homicidios) y mayo (2, 472 homicidios). Además, han ocurrido asesinatos recientes en contra de sacerdotes, como ha ocurrido con el Padre Javier Campos y el Padre Joaquín Mora, ambos de la Orden de la Compañía de Jesús. Sin embargo, a lo largo de tres sexenios han matado a más de 70 sacerdotes.
El pasado 4 de julio la Conferencia del Episcopado Mexicano ha emitido una Carta a la Iglesia de México, exhortando encarecidamente a que se ore por la justicia y la reconciliación para la paz, de ahí que ha convocado a realizar una “Jornada de Oración por la paz”, expresando las siguientes palabras: “Necesitamos estar unidos en este momento en que la indignación de nuestro pueblo, ante la barbarie de la violencia, nos están abriendo una puerta para la paz.”
Por tal motivo y en razón de la Fiesta a Nuestra Señora del Carmen, Terra Sancta México, junto con Catholic.net, Zenit, Regnum Christi, la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Arquidiócesis de Morelia, El Observador de la Actualidad, Desde la Fe, Unión de Voluntades, María Desatadora de Nudos, Magdala, Milagro por México, Signis México y Festival Internacional de Cine Católico han organizado un Rosario internacional “Por el fin de la violencia en México”; el cual se llevará a cabo el sábado 16 de julio a las 10:00 am, hora local de la Ciudad de México.
El mensaje de exhortación a la paz en México será proporcionado al inicio del Rosario por parte de Mons. Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de Morelia. La dirección del Rosario y el rezo de los misterios están a cargo de Ana Paula Morales, directora de Terra Sancta México, y Estrella Baz Ceniceros, miembro de Regnum Christi, quienes transmitirán desde el Monasterio de las Carmelitas Descalzas, ubicado en el Cerro del Tepeyac, Ciudad de México, y junto con el Padre Luis Pablo Garza, L.C., desde el Santuario de María Desatadora de Nudos, en Cancún. Por su parte, Alessandra Soldati, consagrada del Regnum Christi, trasmitirá un mensaje y el rezo de los misterios desde el Monte Carmelo, en Tierra Santa.
Para ver la transmisión por Catholic.net, pulsa el link:
La Devoción a Nuestra Señora del Carmen tiene sus precedentes desde los profetas del pueblo de Israel, especialmente Elías y Eliseo, y de los judíos y cristianos que se retiraban a las cuevas de la montaña a orar, teniendo algunos de ellos una vida eremita con penitencia, austeridad y mortificaciones. A mediados del siglo XII, un grupo de devotos que provenían de Occidente – posiblemente de Italia – al instalarse en Tierra Santa eligieron como patrona a la Santísima Virgen María y, posteriormente, construyeron una Iglesia dedicada a Santa María del Monte Carmelo. La forma de vivir de estos devotos fue el origen de la Orden Carmelita y su devoción dio paso a la nueva advocación, a Nuestra Señora del Carmen.
Lo propio de esta advocación es el uso del Escapulario, que tiene en un extremo la simbología abstracta con la “M” de María y generalmente con una corona arriba, en el otro lado aparece la Virgen María y el Niño Jesús con el Escapulario en la mano.
Las almas del purgatorio tienen una singularidad en esta advocación. La Madre de Dios intercede por estas almas y, el día de su fiesta el 16 de julio, la Virgen María, acompañada de San Miguel Arcángel, se lleva al cielo a todas aquellas almas del purgatorio que sus familiares encomendaron con antelación para este día.
Se invita a todos los fieles, especialmente de México, a ser partícipes de esta jornada de oración, encomendando en sus intenciones a todos los sacerdotes, monjas, religiosas y religiosas mexicanos que han sido asesinados a causa de su fe; pero también rezar por todas las víctimas de los homicidios y secuestros que han tenido lugar este año. Todas sus intenciones serán puestas a los pies de Nuestra Señora del Carmen, quien intercede ante Cristo por cada uno de sus hijos.