El nueve de agosto se llevó a cabo en Guatemala otra edición más de Cristo de la calle.
Cristo de la calle es un apostolado liderado por jóvenes de Guatemala, que más que llevar comida a personas sin hogar, es compartir su tiempo con los indigentes, platicar con ellos y que se sientan acompañados un momento, recordándoles la misericordia de Dios.
La actividad comenzó con una capacitación para todos los voluntarios que apoyaron a entregar las cenas. Posteriormente, se presentó al equipo organizador que explicó lo que significa el apostolado y qué los motiva a participar en él. Al finalizar se leyó el Evangelio y se hizo una breve reflexión.
La capacitación concluyó con la explicación de las normas de seguridad y consejos para platicar con las personas que se encuentran en la calle. Después se procedió con la elaboración de las cenas. En total se elaboraron 70 y fueron repartidas a las personas que se encontraban en el basurero San Martín.
Una vez entregados los alimentos, tanto el equipo organizador como voluntarios, platicaron con las personas llevando mensajes de esperanza y aliento.
José, un hombre mayor y con problemas de alcoholismo, ha vivido los últimos meses en este lugar; cuando miembros del apostolado lo encontraron, tenía cinco días de haber salido del hospital debido a una pelea en la que estuvo involucrado y como resultado tuvo lesiones graves, motivo por el cual decidió dejar de beber; sin embargo, al ver a miembros de Cristo de la calle, se alegró por su compañía y apoyo moral que recibió.
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