¡Qué bien se está aquí!
Del 15 de junio al 15 de agosto de 2024, 18 sacerdotes legionarios de 9 nacionalidades diferentes (México, España, Estados Unidos, Italia, Alemania, Australia, Nueva Zelanda, Brasil, República Checa), vivieron un bimestre de renovación espiritual en la casa de retiros de Amecameca y unos días en la Ciudad de México.
El P. Rafael Jácome, L.C., responsable del bimestre de renovación, junto con el P. Christopher Brackett, L.C., director espiritual y el P. Dennis Tasse, L.C., administrador, acompañaron a los 18 sacerdotes durante esta experiencia.
Este periodo, después de unos años de ministerio sacerdotal, está dedicado para estar más tiempo con Dios en la oración y en la adoración eucarística, a convivir y compartir más con los hermanos legionarios los bienes espirituales y experiencias sacerdotales, a crecer en el propio compromiso de consagración a Dios, y a reponer fuerzas para la misión encomendada (cf. CLC 115).
Tras una excursión al parque Las Estacas, el P. Christopher dirigió ocho días de ejercicios espirituales ignacianos. En las siguientes semanas los padres tuvieron dos cursillos, el primero sobre la psicología y la vida religiosa, y el segundo sobre la espiritualidad legionaria; asistieron a dos conferencias, una sobre cómo comprender el mundo post-moderno, y la segunda sobre la perseverancia y formación permanente de los legionarios; tuvieron la oportunidad de hacer un retiro de tres días; y dedicaron algunas semanas a leer y comentar en grupos la Ratio Christus Vita Vestra sobre la formación legionaria.
El día cotidiano tenía tiempo abundante para la oración personal y comunitaria, la convivencia fraterna (con juegos de mesa y otras actividades), la lectura y el descanso. Vieron algunos partidos de fútbol de la Eurocopa, eventos de las Olimpiadas, algunos capítulos de la serie Chosen y algunas películas. También realizaron paseos, excursiones y visitas a Puebla, Teotihuacán, un hospital CRIT, al campus norte de la Universidad Anáhuac de Ciudad de México y algunas comunidades legionarias como La Joya y la casa del Sagrado Corazón. Algunos miembros de la sección de señores del poniente de la CDMX presentaron varios apostolados de envergadura. Un día concelebraron en la Basílica de nuestra Señora de Guadalupe y les dieron un tour por todo el recinto de la Villa.
Una de las cosas que más destacaron durante este bimestre fue la fraternidad sacerdotal legionaria. ¡Qué bien se está aquí! -parafraseando las palabras de Pedro en el monte Tabor.
Todo esto sirvió para que los padres regresaran a sus comunidades y apostolados con renovadas fuerzas, físicas y espirituales, para seguir entregándose -con la gracia de Dios- a Cristo, a la Iglesia, a la Legión y al Regnum Christi con generosidad y entusiasmo.
