De distintas edades y con caminos muy diferentes, a estos jóvenes los une la misión de extender el reino de Cristo a través de sus vidas como Legionarios de Cristo.
Un sentimiento de orgullo y cariño se transmitía por los pasillos de la parroquia María Reina de los Ángeles, donde familiares y amigos acompañaban a estos jóvenes en el compromiso que estaban por realizar con Dios.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_column_text]
¿Qué pasó?: la pregunta de un trabajador a un novicio.
[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_column_text]Durante el verano los novicios realizan un mes de trabajo, preferentemente agrícola, en alguna comunidad alejada de las grandes ciudades. En este año tocaba en el estado de Coahuila, en una zona cerca de la ciudad de Piedras Negras.Uno de los novicios se encontraba trabajando junto con otro muchacho de la zona, mezclando cemento, piedra y arena. Durante la charla que tuvieron tocaron el tema de los estudios, el novicio le compartió que había estudiado arquitectura y que había ejercido su carrera durante un buen tiempo antes de entrar al seminario. El muchacho lo miró con perplejidad y le dijo: “Y ¿Qué pasó? No entiendo que fue lo que pasó para que estés aquí haciendo esto”.
El P. Jesús Cardier, L.C. instructor de novicios de la sección A, compartió este hecho durante la homilía y respondió a la pregunta recordando una de las lecturas. Pareciera que esa respuesta cabía perfectamente en cada una de las historias de los jóvenes Legionarios:[/vc_column_text][vc_row_inner content_placement=”middle”][vc_column_inner width=”1/2″][vc_column_text]
“¿Qué pasó? Pasó que un día el Señor te llamó, pronunció tu nombre y tú escuchaste, te entusiasmaste y dijiste: aquí estoy, habla Señor, tu siervo escucha”.
Sorprende ver a jóvenes vigorosos tomar como única posesión un pequeño crucifijo como signo de Cristo riqueza exclusiva y basta. Un acto que arrancó de los asistentes el sentido de agradecimiento hacia estos jóvenes por su testimonio de generosidad y valentía que impulsa con esperanza el futuro de la Iglesia, de la Legión de Cristo y del Regnum Christi.
[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_row_inner][vc_column_inner][vc_single_image image=”14956″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_empty_space height=”10px”][vc_column_text]“Con su testimonio le dicen al mundo entero que Dios vale la pena, que Dios tiene el primer lugar”.
P. Jesús Cardier, L.C.
H. Juan Pablo Alarcón, L.C. sosteniendo el crucifijo como su única posesión.
[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_empty_space][vc_column_text]El P. Vicente Yanes, L.C. instructor de novicios de la sección B, también estuvo presente concelebrando junto al P. Paul Lara, L.C. director territorial de los Legionarios de Cristo del Norte de México.[/vc_column_text][vc_column_text]La regla suprema del Legionario.
[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_column_text]En el no. 237 de las constituciones de la Legión de Cristo dice:“Los Legionarios han de conformar su vida con Cristo, regla suprema del religioso según el Evangelio y estas constituciones”.
En esta regla los Legionarios tienen el camino, el modelo y al amigo que los llamó; quien los acompaña y precede, por quien han dejado todo y vale la pena perseverar. Cuando surge la duda, la dificultad y la tentación toca la puerta; el Legionario voltea a Jesucristo. Él es la regla.
Ahora los jóvenes profesos seguirán con su formación sacerdotal cursando los estudios de humanidades en Cheshire, Estados Unidos.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_row_inner][vc_column_inner][vc_single_image image=”14957″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_empty_space height=”10px”][vc_column_text]
Grupo de profesos momentos antes de la entrada al templo.
[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][/vc_row][vc_row css=”.vc_custom_1624911277890{padding-right: 0px !important;padding-left: 0px !important;}”][vc_column width=”4/5″ offset=”vc_col-lg-offset-1 vc_col-md-offset-1 vc_col-sm-offset-1 vc_col-xs-12″][vc_column_text]Novicios que hicieron sus votos temporales.
[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_column_text]- Rubén Carrasco, L.C.
- Juan Pablo Alarcón, L.C.
- Santiago Cantón, L.C.
- José de Jesús Padilla, L.C.
- Alejandro Medina, L.C.
- Eugenio Rangel, L.C.
- César Fernández, L.C.
- Enrique Mouret, L.C.
- Dante Alba, L.C.
- Diego Elizalde, L.C.
- Óscar Jáuregui, L.C.
- Pablo Esteban Serrano, L.C.
- Erick Mejía, L.C.
Renovación de votos.
[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_column_text]El H. Diego Lobo Mendoza, L.C. es originario de Venezuela y renovó sus votos de pobreza, castidad y obediencia; además de un voto de humildad propio de la Legión de Cristo que implica no buscar cargos ni puestos de gobierno dentro de la congregación.El H. Diego viajará a Roma lleno de emoción para estudiar teología, ya que esta renovación es previa a realizar la profesión perpetua, un paso más en la entrega a Dios hacia el sacerdocio.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_row_inner][vc_column_inner][vc_single_image image=”14958″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_empty_space height=”10px”][vc_column_text]
El H. Diego recibiendo la comunión de manos del P. Paul Lara, L.C.
[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text]Votos a perpetuidad.
[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_column_text]Un día antes, el 13 de septiembre, en el noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey. Se realizaba la profesión de votos perpetuos del H. Diego Páez, L.C.El H. Diego es originario de Morelia, Michoacán y continuará su camino de formación religiosa terminando sus estudios de teología para dar paso a los ministerios de lectorado y acolitado; así como las sagradas órdenes de diaconado y presbiterado.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_row_inner][vc_column_inner][vc_single_image image=”14959″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_empty_space height=”10px”][vc_column_text]
H. Diego Páez, L.C. al final de su profesión de votos perpetuos junto con los sacerdotes Legionarios.
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