Del 1 al 5 de noviembre se llevó a cabo un encuentro entre los tres centros vocacionales del país: Ciudad de México, León y Monterrey. La sede fue la Apostólica de León, donde apostólicos y precandidatos se reunieron para disfrutar unos días llenos de convivencia, oración y deporte.
En dicha convivencia participaron 182 alumnos y les acompañaron alrededor de 20 formadores.
Con este evento ha resurgido una antigua tradición que se suspendió temporalmente a causa de la pandemia. Este encuentro ha sido un motivo de esperanza para todos los adolescentes que comparten este camino de discernimiento vocacional y el deseo de seguir más de cerca a Jesús.
En la noche del día 1 de noviembre se llevó a cabo la inauguración con la presentación de la mascota del evento, el corte del listón por parte de los tres rectores, un espectáculo de fuegos artificiales y una rica cena.
En las palabras de inauguración, el P. Jorge Reyes, L.C., rector de la Apostólica de León, presentó al Beato Carlo Acutis como modelo de adolescente que pone a Cristo Eucaristía en el centro de su vida, proponiendo un mayor amor a Dios escondido como fruto de esta convivencia.
Se organizó un torneo deportivo interdisciplinario que abarcó las disciplinas de fútbol soccer, vóleyball y baloncesto, desarrollándose por las mañanas. Las actividades deportivas se complementaron con momentos de convivencia, salón de juegos y representaciones teatrales en las tardes. Visitaron un parque acuático y regresando dieron paso a la fotografía grupal conmemorativa de la convivencia.
El día final de la convivencia realizaron la visita al Santuario de la Montaña de Cristo Rey ubicado en el Cerro del Cubilete, en donde participaron de la Celebración Eucarística misma que fue concelebrada por los tres rectores y el resto del equipo de sacerdotes del Centro Vocacional de León.
La última noche se llevó a cabo la premiación del torneo deportivo en el cual se entregaron medallas a los tres mejores equipos de secundaria y a los tres mejores equipos de bachillerato, todos ellos compuestos por elementos de los tres centros vocacionales, además de que se entregó la Medalla de la Amistad al equipo que demostró la vivencia de los valores de mejor manera.
Fue así, como después de cinco días de actividades, concluyó la convivencia de los centros vocacionales de México.
Encomendemos en oración a todos estos jóvenes que con tanta generosidad han decidido emprender el camino vocacional rumbo al ministerio sacerdotal.
