Miembros de Familia Misionera del El Salvador, quienes participaron de la Megamisión 2018 en Miramundo, Chalatenango, iniciaron el proyecto llamado: Nutri-Misión, después de haber conocido el caso de Marcos Isaías, un niño de apenas un año de edad que padecía desnutrición severa y que su vida peligraba por su delicado estado de salud y la pobreza de su familia.
Nutri-Misión es un apostolado que cumple con la obra de misericordia: ‘Dar de comer al hambriento’, con la intención de mejorar la calidad de vida de los niños y devolver la esperanza a sus familias.
Desde entonces, se han realizado seis brigadas de salud y nutrición. Participan en el proyecto: médicos pediatras, nutricionistas y voluntarios que generosamente donan su tiempo para atender a los más necesitados. Se beneficia a un promedio de 50 niños y en cada control se les proporciona una ración de alimentos que consta de leche, avena, incaparina, frijoles, arroz con soya, aceite y azúcar, que son parte de las normas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para recuperar a los niños que padecen algún grado de desnutrición.
El 26 de agosto se beneficiaron a 49 niños con desnutrición, brindando consulta pediátrica a 35 menores y consulta médica a 17 adultos. Se les dio apoyo espiritual a todos los participantes y a las madres se les impartió una charla sobre la educación de los hijos y sobre el perdón. Se les entregó la ración de alimentos para la recuperación nutricional, así como vitaminas y medicinas para su tratamiento y se les llevó ropa, pelotas y colchonetas.
Gracias a la generosidad de personas y empresas que donaron los insumos, fue posible llevar toda esa ayuda a la población de la comunidad de Miramundo, así como a los voluntarios que sirvieron a estos pequeños necesitados con mucha alegría. Se contó con el apoyo espiritual del P. Néstor Fonseca, L.C., quien celebró la santa misa para las personas de la comunidad, los voluntarios y miembros de Familia Misionera.
“Sabemos que lo que hacemos es solo una gota en el mar, ante los problemas de déficit nutricional de la zona, pero como nos enseñó Santa Teresa de Calcuta: “Qué sería del mar, si le faltara esa gota”, miembros de Familia Misionera El Salvador.
