El domingo 28 de mayo se celebró la fiesta de Pentecostés en la localidad CDMX Sur del Regnum Christi. La celebración se realizó en Crel Sur y los celebrantes fueron los PP. Antonio F. Rodríguez y Alfonso Pedroza, LL.CC.
Después de la misa se realizó una convivencia para todos los asistentes, en donde compartieron los alimentos y un momento de reflexión. Esta celebración fue muy significativa para los participantes ya que al día siguiente el padre Antonio fue operado de una embolia cerebral. Actualmente se encuentra en recuperación.
A continuación, se comparte un breve resumen de la homilía:
“Después de 2000 años, siguen resonando las palabras de nuestro Señor ‘conviene que yo me vaya para que recibáis el Espíritu Santo’. Es el Espíritu, el protagonista en la nueva etapa de la historia de la salvación, nuestro defensor, el Espíritu de la verdad, nuestro abogado, nuestro consolador. ‘Reciban el Espíritu Santo’, hemos de aclamarlo, solicitarlo, pedirlo, quererlo, desearlo, sabiendo que lo penetra todo.
El Espíritu Santo es el amor que nos purifica, que nos santifica. Igual que el fuego, también ilumina nuestra existencia y nuestra vida. Es el Espíritu, quien transformó radicalmente a los apóstoles, al principio encerrados en el cenáculo por miedo. Los cambió en celosos heraldos del evangelio.
El espíritu supera todo tipo de rupturas, toda confusión de corazones que pueda enfrentar a unos con otros. El Espíritu nos introduce en el misterio del Dios vivo, es el que da el valor para reconocer los caminos del mundo llevando el evangelio.
Los discípulos estaban con mucho miedo con las puertas cerradas. Nosotros cerramos continuamente nuestras puertas, buscamos seguridades y no queremos que nos molesten, ni los demás ni Dios. La fuerza que abre y permite superar toda división, es la fuerza del perdón que viene siempre de la cruz. Él transforma el mundo con el amor que se entrega. Ven Espíritu Santo e inflama los corazones de tus fieles.
Para aprender a recibir al Espíritu Santo, nadie nos puede enseñar mejor que la Santísima Virgen María, quién supo secundar como ninguna otra criatura las inspiraciones del Espíritu Santo. Los apóstoles, antes del día de pentecostés, perseveraban unánimes en la oración, con algunas mujeres y con María, la madre.
El Papa Francisco en sus reflexiones, nos dice ‘el Espíritu Santo nos hace cristianos reales, no virtuales. El Espíritu Santo es el que mueve la iglesia el que trabaja en la iglesia, en nuestros corazones, el que hace que todo cristiano sea una persona distinta de la otra, pero de todos juntos hace la unidad; es el que nos lleva adelante, abre de par en par las puertas y nos envía a dar testimonio de Jesús. La vida cristiana no es una ética, es un encuentro con Jesucristo y es el Espíritu Santo quien nos lleva a ese encuentro con Jesús’.
Reflexionemos sobre qué hace el Espíritu Santo en mi vida. Si nos impulsa a salir de nosotros mismos, para testimoniar a Jesús o si tenemos miedo. ¿Creo de verdad en el Espíritu Santo? ¿Es para mí un gran desconocido? Tratemos de hablar con él y decirle: sé que estás en mi corazón, que estás en el corazón de la iglesia, que llevas adelante a tu iglesia, que tú haces la unidad entre todos nosotros. Haznos dóciles a tus inspiraciones. Pensemos en el Espíritu Santo y hablemos con él”, concluyó el padre Antonio.