Raúl de Anda Álvarez CEO y cofundador de “Irrazonables” es un joven emprendedor que ha estado ligado al Regnum Christi desde que sus padres se afiliaron, al igual que él y sus hermanas. Es exalumno de colegio de la Red Semper Altius y de la Universidad Anáhuac en México, además de haber sido colaborador ECYD en Italia e Irlanda. Sin embargo, durante su vida universitaria, Raúl se distanció de lo que realmente consideraba importante, un sentimiento que afloró más tarde en su primer empleo.
Trabajando en una casa de bolsa, encontró satisfacción al darse cuenta de que el mundo estaba prestando atención a los jóvenes y sus ideas, como quedó demostrado en su participación en el análisis de riesgos para la toma de decisiones de los fondos de inversión.
Dos años después, Raúl tuvo una revelación impactante al leer un artículo sobre la mala distribución de la riqueza en México. Su mente simplista le hizo comprender que la desigualdad no era culpa de los pobres ni de los ricos, sino del sistema en sí. Al ser parte de ese sistema, se sintió responsable de que, por cada persona que se enriqueciera en la casa de bolsa, decenas quedaban más empobrecidas, lo cual le resultaba insoportable.
En consecuencia, renunció a su trabajo en la casa de bolsa y se convirtió en misionero en la República Centroafricana con los Carmelitas Descalzos, donde pasó seis meses en el pueblo de Bozoum. Para entender la magnitud de su experiencia, es relevante mencionar que este país tiene menos de 40 años de independencia de Francia, una esperanza de vida de tan solo 39 años y una mortalidad infantil alarmante, con un niño de cada cinco que no llega a cumplir los 5 años.
“Yo pensé que ya no existía ese nivel de pobreza, ese nivel de hambre en el mundo”.
Raúl de Anda.
Mientras se encontraba allí, le preguntaba a Dios: “¿Qué debo hacer?” y no obtenía respuesta. Si bien le hacía preguntas sobre muchas otras cosas y obtenía respuestas, en este caso específico no las encontraba. Se da cuenta que estaba haciendo mal la pregunta y es entonces cuando la cambia a: “¿Cómo lo hago?”, ¿Cómo poder vivir mi vida?, y es ahí que comprende que lo que quería hacer era ayudar personas, aunque aún no sabía cómo cumplir ese propósito.
Durante su estancia en ese lugar, contempló diversas ideas, pero llegó a la conclusión de que no tenía una clara visión de su futuro y, al mismo tiempo, se mantenía comprometido con el plazo que había prometido a sus padres, regresar a su ciudad natal pasados seis meses.
Antes de regresar de su misión, Raúl se hizo cuatro promesas personales: “No importa lo que haga, se regirá por estas cuatro cosas: la vida es demasiado corta para tomarse en serio, la vida es demasiado corta para rodearse de personas negativas, si te rodeas de personas negativas, es porque eres una de ellas, y lo único que importa al final del día es cuántas personas ayudamos a convertirse en la mejor versión de sí mismas”.
Al regresar, comenzó a trabajar en una organización que ofrecía programas de emprendimiento y recaudó un fondo de inversión. Sin embargo, después de tres años, Raúl decidió dar un giro radical a su carrera y fundó “Irrazonables” junto a un amigo de la infancia, hace una década.
La visión de Irrazonables es “crear un mundo donde nadie sea esclavo de sus circunstancias, donde la parte más poderosa sea la última”. Esto significa que antes de emprender cualquier iniciativa, es esencial comprender a fondo a las personas a las que se quiere ayudar, según lo explica Raúl de Anda.
Al inicio, no sabían exactamente cómo llevar a cabo su visión. Sin embargo, comprendieron que, para abordar problemas que afectan a millones de personas, debían actuar con rapidez y eficacia, lo que se volvió fundamental. Aunque ayudar a veinte o cien personas es loable, cuando el problema se extiende a millones, es necesario un enfoque diferente.
Raúl reflexiona sobre la parábola de los talentos y su obsesión por ella: “Dios te pedirá cuentas en proporción a lo que te ha dado. Me di cuenta de que tenía que emprender algo verdaderamente grande”.
Se dieron cuenta de que la filantropía y la caridad eran importantes, pero para solucionar problemas a gran escala, la innovación, el emprendimiento y los negocios eran esenciales. Una empresa tiene el potencial de ampliar soluciones, ya sea que esté vendiendo tenis o resolviendo problemas sociales, como llevar agua a comunidades rurales por lo que decidieron acelerar el crecimiento de ésta última.
La organización comenzó sus operaciones en 2013, inicialmente desde la sala de estar de los padres de Raúl. En el año siguiente, llevaron a cabo su primer experimento: seleccionaron a diez empresas de todo el país que estaban utilizando la innovación para abordar problemas sociales. Luego, les brindaron todos los recursos necesarios para acelerar su crecimiento, incluyendo mentorías, dirección estratégica, acceso a capital, asesoría para establecer consejos consultivos y exposición. La idea era ayudarles a lograr en un año lo que habían planeado alcanzar en cinco.
Para garantizar igualdad de condiciones para todos los emprendedores que deseaban participar, establecieron el requisito de que la inscripción no se pagara de su propio bolsillo, sino a través de una campaña de crowdfunding.
“A los 25 años, lograr esto solo puede entenderse como providencial. El día en que confiaron en nosotros e invirtieron $100,000 cada uno para participar, Dios estaba claramente de nuestro lado”, menciona Raúl de Anda.
Desde entonces, han establecido una red de más de 200 mentores en todo el mundo, que incluye a personalidades destacadas como el creador del automóvil de Google, la directora de la Fundación FEMSA, un expresidente de México y el ex CEO de Walmart México y Centroamérica, entre otros.
“No hay tarea más noble que dedicar nuestras vidas y talentos a ayudar a quienes claman por justicia en todo el mundo”.
Raúl de Anda.
Una de las empresas que participa en el programa de mentoría se encontró con un grupo de mujeres artesanas mientras realizaba misiones. Estas mujeres tenían dificultades para vender sus textiles, y decidieron ayudarles a encontrar un nuevo mercado, comenzando con siete artesanas. Hoy, este proyecto ha sacado de la pobreza a 10,000 personas de comunidades en siete estados diferentes, con tiendas tanto en Estados Unidos como en México, y han logrado recaudar tres millones de dólares en inversión.
“Lo que atrajo tanto a emprendedores como a mentores a este movimiento irrazonable es que vieron una profunda coherencia en lo que queremos hacer: queremos ayudar, aunque no sepamos cómo, pero estamos comprometidos a encontrar soluciones”.
Raúl de Anda.
Esta coherencia se basa en siete valores que diseñaron hace diez años al inicio del proyecto: tratar a todos como a Cristo, experimentar, ser transparentes de manera disciplinada, ejecutar, abrazar el miedo, hacer lo que funciona y no olvidar bailar.
A pesar de haber trabajado con más de un tercio de los gobiernos estatales en México, Irrazonables tiene una regla fija: nunca aceptar apoyo gubernamental. Todo lo que han logrado ha sido a través de la venta de servicios con contratos establecidos. Algunos de los estados con los que más colaboran incluyen Yucatán, Sinaloa, Oaxaca, Aguascalientes, Estado de México y Querétaro. La colaboración con responsables de políticas públicas ha acelerado el crecimiento de los negocios. Entre los mentores se encuentran personalidades como Vicente Fox (expresidente de México), Fluvio Ruiz (ex consejero de Pemex), Salma Jalife (ex subsecretaria de comunicaciones y transportes) y Jorge Narváez (subsecretario de SAGARPA), entre otros.
Al reflexionar sobre el éxito alcanzado, Raúl comparte que la comunicación ha sido esencial tanto interna como externamente.
“Para llegar a cientos de miles de personas, se empieza hablando con una sola. Luego con otra, y otra más”.
Raúl de Anda.
Dentro del equipo de Irrazonables, la comunicación es clave y muy estructurada. Al unirse, todos los miembros del equipo reciben capacitación en redacción de correos electrónicos en tres talleres dinámicos y divertidos, para transmitir ideas de manera efectiva mediante colores y viñetas, logrando que las personas abran sus correos.
“Muchos de los aspectos de nuestra cultura organizacional los aprendimos en el Regnum Christi”.
Raúl de Anda.
Hay cuatro sacerdotes que han desempeñado un papel fundamental en la vida de Rulo, como le apodan sus más allegados. Destaca el P. Roberto González, L.C., quien no solo ofició su boda, sino que también ha sido un amigo cercano de su padre durante más de 70 años. Además, el P. Adolfo Güémez, L.C., quien le ha brindado valiosos consejos y con quien ha iniciado la sección de adultos jóvenes del Regnum Christi en Aguascalientes, formando un equipo de 18 personas.
El P. Héctor Quintana, L.C., desempeñó un papel crucial hace una década, cuando Irrazonables estaba en sus primeras etapas. Fue un consejero y mentor, proporcionando orientación sobre cómo ayudar a las personas y desarrollar modelos efectivos. Esta colaboración marcó una etapa significativa en el camino de Irrazonables.
Por último, el P. Juan Carlos Arias, L.C., ha sido un valioso compañero en el proyecto “Apóstoles” en Aguascalientes, brindando su experiencia y conocimiento cuando Rulo ha sido invitado a participar y compartir sus ideas.
A principios de este año, el equipo de marketing de Irrazonables propuso la creación de un podcast para compartir entrevistas con personas que están cambiando las reglas del juego. Aunque no son expertos en marketing digital ni pagan por publicidad, han obtenido cerca de 3.5 millones de reproducciones, con 16 videos que se han vuelto virales, incluyendo uno con 1.9 millones de reproducciones.
En resumen, en diez años, Irrazonables ha expandido sus operaciones a México, Nicaragua, Guatemala, Honduras, El Salvador y Colombia. Sus diversas iniciativas han impactado a 32 países y beneficiado a nueve millones de personas.
Los proyectos futuros de Irrazonables incluyen colaboraciones con grandes corporaciones, con la hipótesis de que solo sobrevivirán aquellas empresas que alineen su impacto social y ambiental con su modelo de negocios. Colaboran con empresas como Compartamos Banco, Colgate, Pepsico, Galletas Emperador, Banamex, Metlife y Coppel, entre otras. Por ejemplo, con Galletas Emperador cambiaron de “emperador” a “empoderador” con el lema “Libera tu poder” y crearon una plataforma para apoyar a activistas en México.
El proyecto de Compartamos Banco involucra la digitalización de adolescentes en situaciones vulnerables, comenzando con 15,000 en el primer esfuerzo y con la aspiración de llegar a 50,000 el siguiente año.
Sus próximos pasos incluyen la expansión a otros países del continente, tales como Perú, Chile, Argentina y Brasil. También planean establecer un fondo de inversión que no solo acelere empresas, sino que también les brinde capital para cambiar las reglas del juego, y construir el fondo de inversión más alineado al éxito de los emprendedores jamás creado.
Estos jóvenes “irrazonables” se han propuesto transformar el mundo y, hasta ahora, lo están logrando de manera sorprendente.