El tema del cursillo fue la Apologética (defensa de la fe en nuestros ambientes) y se abordaron temas tales como la eucaristía, la confesión, la adoración eucarística, el rosario y el acompañamiento en el Regnum Christi.
El cursillo fue impartido por Rocío Caballero, consagrada del Regnum Christi y contaron con la presencia de sacerdotes legionarios para celebrar la eucaristía, administrar el sacramento de la reconciliación y brindar acompañamiento espiritual.
Se vivió un ambiente de comunión y universalidad en todo el grupo, teniendo momentos también de convivencia, descanso y turismo.
Algunas de las participantes comparten su testimonio.
“Para mí el cursillo fue regresar a lo que se supone que ya sabía pero que en realidad daba por sentado, la eucaristía, el rosario, la confesión. Conocerlos a profundidad es tener los medios para vivir en gracia con el Señor”.
Alma, sección San Nicolás“El cursillo fue para mí fue una experiencia muy enriquecedora, formativa y amorosa, en la cual he descubierto que vas creciendo en el amor en cada eucaristía, en cada rosario, en cada adoración al Santísimo y que es esa la clave de la vida, el camino para llegar al Cielo. Fue un encuentro con Jesús amoroso y María nuestra Madre, que me motiva a seguir formándome, a seguir adelante y no despegar mi mirada del Cielo. Gracias Rocío por ser instrumento del Señor y acercarme más a Él”.
Denisse, sección Santa Catarina“Este cursillo era para mí, necesitaba escuchar lo realmente importante que, aunque lo sabemos, con frecuencia lo olvidamos y entorpece nuestro camino a la santidad . No me canso de darle gracias a Dios por permitirme seguir enamorándome de Él, y recordar cada día el gran amor y sacrificio que hizo por la humanidad. Descubrí la maravilla de la misa diaria, es una conexión del Cielo y la Tierra en sus dos formas: espiritual y carnal”.
Sandra, sección de Valle Alto
Al finalizar, las participantes se quedaron con una gran reflexión: necesitan tener dos alas, la confesión y la eucaristía. Asimismo, agradecieron a Rocío por este cursillo que abrió sus corazones y almas a Dios.