Todo el proceso de la formación del legionario busca dar las herramientas para que cada uno pueda ser una persona armoniosa, con un fuego evangelizador, profundamente enamorada de Cristo y capaz de colaborar con Él en la formación de apóstoles.
Esta visión impregna cada una de las etapas por las que pasan los legionarios en su proceso formativo que puede durar entre 12-14 años según las necesidades de cada persona. La profundidad de la formación busca posibilitar sacerdotes capaces de responder a los retos actuales de la Iglesia y permite que los futuros sacerdotes tengan un tiempo suficiente de maduración, adquiriendo habilidades y herramientas adecuadas para su misión.
Son varios los elementos que integran el caminar rumbo al sacerdocio, desde la formación intelectual, apostólica y humana; hasta la formación necesaria para la vida en comunidad y como fundamento de todo, una relación íntima y personal con el Señor.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_row_inner content_placement=”middle”][vc_column_inner width=”1/2″][vc_single_image image=”19203″ img_size=”large” alignment=”center”][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_column_text]
[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_empty_space][vc_row_inner][vc_column_inner][vc_column_text]“Sobre todo buscamos tener una formación arraigada en el amor a Cristo”.
P. Devin Roza, L.C., prefecto general de estudios.
El mundo secularizado
[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_column_text]Los principios formativos básicos de los legionarios son los mismos en todas sus casas de formación, aunque también se adaptan a las situaciones de cada país. Influye primordialmente el tamaño de las comunidades y la nacionalidad de sus miembros.Los superiores de cada centro toman en cuenta la realidad de los retos que se viven en las diferentes culturas. Cada vez se requiere de un mayor esfuerzo para ayudar a los jóvenes a dar el paso hacia una decisión vocacional que perdure en el tiempo con los desafíos propios de la vocación sacerdotal en el mundo actual.[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_row_inner content_placement=”middle”][vc_column_inner width=”1/2″][vc_single_image image=”19205″ img_size=”large” alignment=”center”][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_column_text]
[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_empty_space][vc_row_inner][vc_column_inner][vc_column_text]Definitivamente una decisión vocacional puede fluir mejor en un ambiente católico y que le permita crecer tanto en lo humano como en lo espiritual, además que puede ser la base para perseverar en el camino formativo.“En Europa necesitamos redoblar esfuerzos en lo humano y en lo espiritual, ser creativos en los recursos para ayudar a los jóvenes a dar un paso vocacional y a perseverar”.
P. Nikolaus Klemeyer, L.C., instructor de novicios en Europa.
Los asistentes han tomado en cuenta estos y otros aspectos del mundo secularizado y que cada vez están más presentes en América para ir dando forma a los programas formativos.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_column_text]
Dando forma al legionario
[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_column_text]Las reuniones de instructores de novicios y rectores de las casas de formación se realizan cada año. Para este 2022 el Noviciado de Monterrey los recibió en la semana del 28 de noviembre al 2 de diciembre, con un espíritu de cálida hermandad.[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_row_inner content_placement=”middle”][vc_column_inner width=”1/2″][vc_single_image image=”19204″ img_size=”large” alignment=”center”][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_column_text][/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_empty_space][vc_row_inner][vc_column_inner][vc_column_text]Trabajaron para colaborar y acordar los pasos que vayan situando a la formación legionaria en los estándares necesarios para responder a los retos presentes y a los que se visualizan en un futuro en cada parte donde tienen presencia.“Es una alegría recibir a los padres instructores y rectores en el Noviciado de Monterrey. También es un compromiso para la vida de los novicios”.
P. Jesús Cardier, L.C.
Durante las sesiones profundizaron en los aspectos psicológicos a tomar en cuenta en la formación inicial y en cómo acompañar de manera cercana y delicada durante el proceso de crecimiento de cada persona.
También trabajaron aspectos pedagógicos para crear programas de formación que sean atractivos y que correspondan a procesos graduales dentro de la formación. Además de los perfiles de egresos de cada etapa, entre otros temas.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_column_text]
Participantes
[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_column_text]Christopher O’Connor, L.C., instructor en Cheshire.Diego Arregui, L.C., instructor en Colombia – Venezuela.
Nikolaus Klemeyer, L.C., instructor en Europa.
P Fabio Guedes; L.C., instructor en Brasil (conectado virtualmente).
P Jesús Cardier, L.C., rector e instructor Monterrey A
P Javier Flores, L.C., instructor Monterrey B
Timothy Walsh, L.C., rector de humanidades.
Rigoberto Cano, L.C. rector de filosofía.
Ignacio Sarre, L.C., rector de teología.
Savio Zanetta, L.C., rector de teología de la comunidad de hermanos de la dirección general.
Devin Roza, L.C., prefecto general de estudios.
Víctor de Luna, L.C., encargado del departamento de psicología del área de formación inicial de la dirección general.
Gerardo Flores, L.C., consejero general responsable del área de formación inicial.[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][/vc_row]