Por: Vanessa Andrade-responsable comunicación Regnum Christi Tuxtla Gutiérrez

El pasado 5 de diciembre se llevó a cabo el retiro del mes de la sección de señoras del Regnum Christi de la localidad de Tuxtla Gutiérrez. Fue impartido por el P. Vito Crincoli, L.C. en la capilla del Instituto Andes, en la misma ciudad.

Teología, la transfiguración y la divinidad de Dios fueron los puntos principales del retiro. El padre habló de la Navidad como luz y vida, captando toda la atención de la sección: “están llamadas a ser mamás de Jesucristo”, tema de la primera meditación, haciendo sentir a las señoras que Dios quiere nacer en cada una de ellas y transmitiendo el mensaje de “concebir a Cristo en mi corazón y vivirlo como un proceso serio”.

El Padre Vito con su peculiar carisma, buen humor y mensaje evangelizador, relacionó las actividades de consumismo de la temporada con la necesidad de reconciliación, de pedir perdón a Dios y a llenarse no de cosas materiales, sino de Cristo que es luz y vida.

Invitó a todas las asistentes a dar un sacrificio cada día con pequeñas cosas, preparar el pesebre de Cristo y entonces como mamá protegerlo y darle su lugar en su hogar. “Transfiguramos en Dios cuando tu reacción es del corazón. Como mamá de Cristo es necesario orar, preparar nuestro hogar. Dar a luz a Cristo con nuestros actos, no es tener una imagen de porcelana, sino en carne y sangre llevándolo en su corazón” dijo como reflexión. Invitó no sólo a festejar la Navidad, sino a vivirla con sus familias.

En la segunda meditación habló sobre la santidad, que comienza desde la casa de cada una, recordó que para ser santo el tiempo es corto y hay que hacer lo esencial. Propuso seguir a la estrella de Belén como un objetivo donde se debe poner la mirada para llegar a Jesús.

“Vivir la vida y amar como si fuera corto el tiempo, arreglar los asuntos, perdonar, reconciliar, enseñar a los hijos lo que es importante en la vida, lo esencial, lo valioso”, invitó el Padre Vito.

“El Adviento es una etapa de crecimiento, donde Dios nos invita a no dejar de ver la estrella y poner nuestro corazón donde hay que ponerlo, siempre mirando hacia arriba, siguiendo la estrella de Dios, en momentos buenos y malos, de prueba, de confusión. No quitar la mirada de la estrella”, fueron palabras del Padre.

Al término de las meditaciones se celebró la misa, donde en una dinámica, las señoras representaron el papel de mamá de Jesús y se pasó un bebé para que cada una lo pudiera abrazar.

“Viví un momento lleno de ternura teniendo a Jesús como bebé, sintiendo como María pero a la vez como nuestro rey”, comentó una de las participantes.