Juventud y Familia Misionera es una obra internacional de apostolado, nació en México a fines de la década de los 80 como una respuesta al llamado de la nueva evangelización de Su Santidad, San Juan Pablo II.
Son jóvenes y familias católicas que buscan colaborar en la tarea evangelizadora de la Iglesia, de la mano de los obispos y párrocos, a través de la acción misionera.
Están presentes en aproximadamente 20 países y cada año participan en las misiones cerca de 50,000 misioneros, que visitan aproximadamente a un millón de personas para llevarles el mensaje de Jesucristo.
Entre sus objetivos están el promover la fe, en colaboración con los obispos, párrocos y demás agentes de la pastoral diocesana a través de misiones rurales y urbanas, así como actividades religiosas. Asimismo promueven el dinamismo apostólico entre los laicos, invitándoles a ser efectivos en la vivencia de su compromiso bautismal a través del trabajo misionero.
Año con año, los misioneros visitan comunidades de escasos recursos y apoyan a quienes más lo necesitan. En algunas comunidades se proporciona ayuda médica a enfermos y también hay misiones de construcción donde los participantes edifican viviendas en comunidades rurales.
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A continuación presentamos una entrevista al P. Miguel Ángel Cativiela, L.C., Director de Juventud y Familia Misionera para conocer su experiencia en la pasada Megamisión 2016.
Entrevistador: ¿Nos podría comentar cuál fue su experiencia en la pasada Megamisión 2016?
Cativiela: En esta Megamisión he aprendido mucho, dado que acompañé a varios grupos de misioneros; en todos vi el deseo de compartir esa experiencia de Cristo que cada uno tiene. Una experiencia que se intensifica en las misiones que realizamos y que logra transformar tantas vidas.
Entrevistador: ¿Cuántos misioneros participaron?
Cativiela: Participaron 20 mil misioneros en toda la República.
Entrevistador: ¿Cuántas comunidades se visitaron?
Cativiela: Visitamos alrededor de 3,500 comunidades durante estas Megamisiones.
Entrevistador: ¿Cuál fue el mensaje central de esta Megamisión?
Cativiela: En este año de la Misericordia la encomienda fue llevar el mensaje de amor de Jesucristo. El Papa Francisco en la Bula de inicio del año de la Misericordia dice:
“La primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo. De este amor, que llega hasta el perdón y al don de sí, la Iglesia se hace sierva y mediadora ante los hombres”. Misericordiæ Vultus 12
Ciertamente ayudó el trabajo y la disponibilidad de tantos sacerdotes de llevar el perdón de Dios a tantas almas.
Entrevistador: ¿Cuál ha sido la experiencia de los misioneros al haber participado en la Megamisión 2016?
Cativiela: Cada misionero tiene una experiencia muy concreta y personal en las Megamisiones; pero todos los que participamos valoramos la gracia de tener a Dios en nuestras vidas, y que merece la pena compartir esa experiencia a tantas personas necesitadas del amor de Dios.
Entrevistador: ¿Qué logros se obtuvieron durante esta Megamisión? ¿Considera que se alcanzaron los objetivos trazados?
Cativiela: Todo el esfuerzo que hemos realizado durante las Megamisiones merecería la pena por acercar a una persona a Dios; y el objetivo se ha cumplido con creces.
Entrevistador: ¿A qué retos se enfrentó Juventud y Familia Misionera en la Megamisión?
Cativiela: El reto principal de cada Megamisión es ayudar a los párrocos y a las personas de las comunidades que misionamos en la formación y en el entusiasmo de vivir la fe.
Entrevistador: ¿Cuál es su expectativa para la próxima Megamisión 2017?
Cativiela: Mi expectativa y deseo para la próxima Megamsión es que el espíritu misionero crezca en todos los participantes, que les lleve a formarse en la fe y en la oración, para que seamos cada vez más, instrumentos en las manos de Dios.