En un formato híbrido, donde una cantidad reducida de asistentes estuvieron de forma presencial y otra a través de las plataformas digitales, la generación número XXIV, conformada por más de 60 estudiantes del centro de formación en ética de VALIA terminó sus estudios.

Enrique Rodríguez Domene, socio y promotor de VALUE, casa de bolsa; fue el padrino de la generación de estos jóvenes entusiastas.

Dentro de su mensaje recordó los inicios de VALIA y cómo los empresarios se interesaron en el proyecto haciendo ver una necesidad de contar con jóvenes formados en la ética cristiana.

“Lo vimos como el complemento perfecto para las carreras que están estudiando”.

Los invitó a ser firmes en sus convicciones éticas y a salir a votar en las próximas elecciones como ciudadanos responsables.

El P. Mario Elósegui, director general de VALIA, al dirigir su mensaje a los graduados, recordó una charla de una mujer empresaria en los 90´s que presenció cuando era estudiante.

Compartió que la fibra óptica se veía como un futuro muy lejano pero que ya estaba a la vista de los emprendedores e inversionistas de esa década.

Ahora que la fibra óptica es una necesidad, la visión de esos empresarios representó una ventaja para ellos. Así relaciona el diplomado en ética para los jóvenes graduados, como una ventaja al momento de participar en el mundo laboral.

En los momentos finales de la ceremonia fue entregado el premio VALIA a Mariana Peña Alba, por ser la alumna que más destacó en las áreas que componen al diplomado: liderazgo, voluntariado, tutorías y rendimiento académico.

Ahora estos jóvenes continúan con su formación académica añadiendo a su hoja de vida un diferenciador atractivo y necesario en el mundo empresarial de nuestra sociedad.

Valia cuenta ya con 1,270 egresados en su diplomado de ética, recientemente abrió operaciones en El Salvador y próximamente ofrecerá sus programas en más ciudades de la República Mexicana.