“Regresen a sus casas y con sus amigos con una actitud de esperanza y auténtico seguimiento a Cristo”. Padre Alberto Simán, legionario de Cristo.
México, 20 de abril de 2025.- Esta Semana Santa 17 mil jóvenes y familias realizaron misiones médicas, construcción de casas, visitas a centros penitenciarios, visitas domiciliarias y actividades de evangelización. El cierre de estas misiones fue en la explanada principal de la Universidad Anáhuac México campus norte, con la participación de más de diez mil personas entre jóvenes y familias, consagradas, laicos consagrados del Regnum Christi y 60 sacerdotes legionarios de Cristo concelebrando en la misa.
“Creo que todo el mundo viene con hambre de más, en México hay hambre de esperanza”,
reflexionó María José Barraza, estudiante de Medicina,
“pero el pueblo te enseña cosas que en tu vida cotidiana jamás vas a aprender. Es una semana para salir de lo cotidiano y entrar a lo extraordinario”.
Así como ella, decenas de jóvenes se dedicaron a visitar hogares, a la oración en comunidad y al servicio en las casas en donde cada puerta abierta se convertía en una oportunidad de ayuda mutua y gracia.
El padre Alberto Simán, director territorial de los legionarios de Cristo para México y Centroamérica, presidió la celebración, y dirigió a los jóvenes unas palabras en su homilía:
“Esta semana han experimentado algo tan importante que no permitan que se vaya de su corazón, hoy nada puede quedar igual, hoy todo ha cambiado. Ustedes han respondido al llamado de Jesús para ayudar a los demás. No se pierdan en el mundo, porque hoy todo cambia y ustedes son mejores. Ahora que vuelven a su casa, con sus amigos, a sus quehaceres y su familia, regresen con una actitud de esperanza y auténtico seguimiento de Cristo”.
Uno de los momentos más emotivos de la misa fue cuando después de la homilía un grupo de 60 jóvenes y señoritas decidieron entregar un año completo de su vida como colaboradores al servicio de la Iglesia para ayudar a los demás; algunos otros decidieron vivir una experiencia vocacional para discernir sobre su vocación a la vida consagrada o al sacerdocio. Sus familias y amigos que estaban presentes desbordaron en aplausos y emoción por tan generosa actitud.
Esta misma ceremonia de recepción de misioneros se llevó a cabo en ciudades como Guadalajara Monterrey, Mérida, El Salvador y en otros 24 países en donde se hace presente Juventud y Familia Misionera.
Para Daniel Bizzo, un joven laico consagrado del Regnum Christi, participar como misioneros es determinante en la vida:
“Ir de misiones te conecta con una realidad espiritual y emocional que te hace crecer como persona y te marca en todos los ámbitos de tu vida. Los jóvenes pueden darse la oportunidad de participar en misiones de Semana Santa o de verano y transformar su vida”.
Al final de la misa, el padre Simán agradeció a las personas que organizan las misiones, donando tiempo, recursos y trabajo. Agradeció a los obispos y sacerdotes que han apoyado y recibido a los misioneros. Finalmente expresó su gratitud a las consagradas, a los laicos consagrados y legionarios de Cristo que a lo largo del año acompañan en las misiones a los jóvenes y familias en México y el mundo.