Las señoras del Regnum Christi del Apostolado Virgen Peregrina de la localidad de Xalapa se reunieron el 30 de mayo para rezar el santo Rosario en la parroquia San Jerónimo de Coatepec, Veracruz. El Pbro. Leonardo Daniel Rivas Vásquez las consagró a María Santísima pidiendo que las animara y concediera aquello que tienen en su mente, en el corazón, conceda paz, amor y fuerza para cumplir con la voluntad de Dios, y sea ella quien siempre las guie y las cubra con su manto.
Posterior a la meditación se rezó el santo Rosario y cantos de alabanza, llevaron flores a la virgen, siendo la señora Ma. Esther Múgica la elegida para coronar a la madre santísima. Al finalizar cantaron e hicieron una procesión para entregar una rosa blanca a la Virgen.
Lupita Contreras, asistente, comentó: “Me sonrió y me dijo que me ama mucho, que nunca me suelta de su mano, que deje que me siga guiando por el camino de luz, que me conducirá hacia su hijo Jesús y persevere en la oración. Cada vez que rezo el santo Rosario, siento algo hermoso en mi corazón y en mis venas que corre, yo amo a mi María de Guadalupe, con todo mi corazón, ella y su hijo, nunca me fallan”.
Por su parte la Sra. Ma. Esther Mújica compartió su experiencia: “Agradezco infinitamente a mi amado Jesús el maravilloso regalo de haber coronado a su madre la Santísima Virgen María. Fue tal el privilegio que mi corazón experimentó emociones de gozo y alegría al sentirme cobijada por su infinito amor de madre”.
Isa Montano, habló de sus peticiones a la Virgen: “Mi testimonio es el amor tan grande de la Virgen en nuestras necesidades. Hoy pedimos por un nacimiento de un bebé y todo salió muy bien. Gloria a Dios y mamita María”.
Gina Durán concluyó con la siguiente reflexión: “Que alegría visitarte y alabarte madre mía. El lugar es perfecto para meditar cada misterio y sentir que estoy cerca de tu dulce mirada que es fuente viva de amor y misericordia, remanso de paz que sale al encuentro para recibir nuestras oraciones y peticiones. Danos fortaleza para llevar el apostolado de Virgen Peregrina con la dignidad que mereces y que llegue donde necesitan de tu presencia. Mi corazón en amarte eternamente se ocupe y mi lengua en alabarte madre mía de Guadalupe”.