Del 25 al 30 de septiembre, las instalaciones de Santa María del Lago en Chapala, Jalisco, fueron el escenario del Cursillo Nacional para Señoras, organizado por la sección Guadalajara Sur. Bajo el lema “Mujer Restaurada por el Amor”, este evento congregó a 80 participantes de diversas localidades, incluyendo Chihuahua, Ciudad Obregón, Colima, Culiacán, Guadalajara Norte y Sur, San Luis Potosí, San Pedro (Monterrey) y Tijuana.
Este Cursillo Nacional se convirtió en un llamado a la acción dirigido a todas las mujeres del Regnum Christi en el territorio Norte de México. Se enfocó en la restauración del corazón a través de una semana de formación, en respuesta al urgente llamado del Papa Francisco en relación a cuestiones de ideologías de género y la complementariedad en el matrimonio.
El tema central de la conferencia fue “La Colonización Ideológica”, un fenómeno que ha estado minando a las familias en todo el mundo durante muchos años. Además, se profundizó en el concepto de complementariedad entre el hombre y la mujer, destacando las diferencias que nos hacen únicos y complementarios.
Para abordar estos temas, se contó con la participación de la experta en la materia, Marta Rodríguez, consagrada del Regnum Christi. Su experiencia en cuestiones de ideologías de género, homosexualidad, feminismo y vida conyugal resultó fundamental para que las participantes estuvieran preparadas para dar respuestas acordes con las enseñanzas de la Iglesia.
El Cursillo también se centró en la comprensión de la complementariedad entre el hombre y la mujer. A través de talleres reflexivos y divertidos, las participantes exploraron sus formas de comunicación y se propusieron cambios en actitudes y comportamientos que no eran beneficiosos para sus relaciones matrimoniales.
Además de estos temas, se discutieron los desafíos que enfrentan las mujeres en la Iglesia mexicana. Se destacó la importancia de estar informadas sobre los temas actuales para responder de manera efectiva a las preguntas de las familias. Se hizo hincapié en la necesidad de comprender las diferencias biológicas, culturales y psicológicas para contribuir de manera más completa y activa en la sociedad y la Iglesia.
Las participantes coincidieron en la importancia de reconocer la plenitud de la persona al aceptar y ser ecuánime con lo que cada una es. También se enfatizó la importancia de sanar las heridas personales para ser más auténticas.
En un ambiente de unidad y familia, las participantes se sintieron arropadas por el cariño de sus compañeras de sección, así como por las consagradas y legionarios que brindaron su apoyo.
Un consejo crucial que recibieron fue la necesidad de “escuchar y comprender al mundo” y “el diálogo como camino para la conversión pastoral”. Escuchar con empatía y comprensión se consideró fundamental para cambiar corazones con amor y lograr un diálogo fructífero.
Algunas de las participantes compartieron sus testimonios.
Rosa Laura Simón González de la sección Guadalajara expresó:
“Esperaba encontrarme con Dios y conmigo misma. Me voy con un corazón renovado, lleno de alegría y paz. Me siento con la responsabilidad de profundizar en la información para acercarme y ayudar a quien lo necesite”.
Silvia Cuautli May, también de la sección Guadalajara, mencionó:
“Buscaba un reencuentro conmigo y herramientas para mi vida. Lo más relevante fue el cambio en la forma de pensar y actuar hacia aquellos con opiniones y acciones diferentes a las mías”.
Sofia Martínez Gómez de Benítez, de la sección Monterrey, comentó:
“Fui al cursillo muy emocionada y con muchas ganas de empaparme de los diversos temas que nos presentaron durante la semana. Salgo repleta del amor de Dios y con la convicción de que las bendiciones y misericordia que Él tiene conmigo debo tenerlas con el prójimo”.
A lo largo de cinco días de formación, estas participantes respondieron al llamado constante de la Iglesia a avanzar en su formación, con el propósito de transmitir sus conocimientos a sus familias, comunidades y en sus vidas profesionales y sociales.
Hagamos votos por que este grupo de formadoras continúe siendo un testimonio de formación y acción apostólica