El sacerdote es un instrumento de sanación y esperanza

San Salvador, El Salvador, 8 de marzo de 2025.- En una ceremonia presidida por Mons. Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L.C., obispo de Cancún-Chetumal, en la parroquia Cristo Redentor, en San Salvador, fue ordenado sacerdote el padre Luis Eduardo Rodríguez Alger, L.C., en presencia de familiares, amigos y miembros de la comunidad.  

Durante su homilía Mons. Pedro Pablo destacó que la vocación sacerdotal no es una elección personal, sino una respuesta al llamado de Dios. “Él nos amó primero, nos madrugó antes que pudiéramos defendernos de su amor abrazador”, expresó. Dirigiéndose al nuevo sacerdote, enfatizó la centralidad de Cristo en su misión y lo motivó a asumir su ministerio con humildad y entrega total.  

El mensaje del obispo giró en torno a la humildad como base del sacerdocio.

“Estás llamado a ser grande, a ser primero haciéndote el último, humilde servidor de todos”, afirmó.

Explicó que la autoridad sacerdotal no debe ser vista como poder, sino como servicio, siguiendo el ejemplo de Cristo, quien vino al mundo no para ser servido, sino para servir y dar su vida por amor.  

Como legionario de Cristo, el padre Luis Eduardo ha recibido el carisma del celo apostólico, el cual lo impulsará a actuar ante los desafíos del mundo actual, la desintegración familiar, la crisis de valores y el sufrimiento de los marginados, explicó Mons. Pedro Pablo.

“No puedes ser un espectador pasivo; el sacerdote es un instrumento de sanación y esperanza”, añadió.  

El obispo exhortó al nuevo sacerdote a caminar junto a su rebaño, escuchando y guiando con el ejemplo, sin dejar a nadie atrás. También lo alentó a extender el Reino de Dios en cada corazón y sociedad, y pidió a la Virgen de Guadalupe que lo acompañe en su ministerio.  

Al finalizar la ceremonia, el padre Alberto Simán, L.C., director territorial de los Legionarios de Cristo en México y Centroamérica, agradeció a Mons. Pedro Pablo por su presencia y a la familia de Luis Eduardo por su apoyo en su camino vocacional.  

El padre Luis Eduardo inició su formación en el ECYD en San Salvador y, desde entonces, su trayectoria lo llevó por México, Italia, España, Guatemala, Costa Rica e Israel. Su preparación incluye estudios en Filosofía y Teología en Roma, además de un doctorado en Filosofía en el Centro Notre Dame de Jerusalén. Ahora, inicia su misión como sacerdote con la convicción de servir con humildad y entrega.