Arqueólogos mexicanos y voluntarios realizan con éxito la sexta temporada de excavación en Galilea.
Se realizó la sexta temporada de excavación en Magdala, la antigua Taricheae, al norte de Israel, en la región de Galilea y a orillas del Lago Tiberiades, dirigida por la Dra. Marcela Zapata-Meza, directora del Centro de Investigación en Culturas de la Antigüedad de la Facultad de Humanidades, Filosofía y Letras de la Universidad Anáhuac México.
Tras seis años de trabajo de investigación, campo y laboratorio, un equipo de arqueólogos mexicanos y voluntarios de distintas nacionalidades realizó con gran éxito la sexta temporada de excavación, con el objetivo de comprender el contexto de los baños de purificación ritual (miqwa’ot).
Los arqueólogos del Proyecto Arqueológico Magdala han descubierto desde el 2011 a la fecha, cuatro miqwa’ot, que se caracterizan por recibir el agua de manera subterránea. Por su parte el equipo de arqueólogos del Centro de Investigación en Culturas de la Antigüedad de la Universidad Anáhuac México centró su trabajo en comprender un contexto arqueológico que hasta el momento ha presentado mayor evidencia de modificaciones culturales durante el siglo I.
A dos días de finalizar su estancia, el grupo de especialistas descubrió al interior de uno de los cuartos del mercado, un pozo o miqweh. Se trata del segundo hallazgo realizado por el equipo de arqueólogos del Proyecto Arqueológico Magdala.
Al Proyecto Magadala 2016 se sumaron como voluntarios pasantes de arqueología de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y de la Universidad Veracruzana; arqueólogas y académicos de la Facultad de Vitoria España e integrantes de Harvard y Oslo University.
Gracias a las actividades de exploración e investigación, se descubrieron nueve mandíbulas de burro y vaca que, en un análisis preliminar, pertenecen al siglo I temprano; aproximadamente 200 monedas judías (hasmoneanas y herodianas); así como una jarrita y una lámpara de aceite.
El trabajo se concentró en el área ritual como continuación de las excavaciones de la temporada 2015, con la finalidad de entender el espacio contiguo al cuarto baño de purificación ritual y determinar así las temporalidades y las relaciones de los espacios con objetos arqueológicos asociados; es por ello que se excavaron contextos como la calle y el mercado, que forman parte del complejo de las estructuras que separa la sinagoga del área ritual.
Los trabajos llevaron al descubrimiento de un canal entre los muros que limitan la calle por la cual es posible llegar a la sinagoga, tema que requerirá de mayor estudio y que, sin duda, será de gran utilidad para entender los niveles y la cantidad de agua que había en el siglo I.