Con el tema: “Confiar en tiempos de crisis”, el P. Ángel Espinosa de los Monteros, L.C., ofreció la segunda conferencia magistral a toda la comunidad Mano Amiga, amigos e invitados, el 28 de enero.
La conferencia se transmitió a través de la plataforma de TEAMS y Facebook con una asistencia aproximada de 4 mil personas.
El P. Espinosa de los Monteros, L.C., hizo hincapié en que la crisis no es el COVID, es la economía, la familia y otras ideologías lo que está generando en cada uno una verdadera crisis.
Para solucionar la vida de cada uno, lo primero que se debe hacer es volver radicalmente a Dios. El primer paso es confiar y tener presente en nuestra vida la fe, esperanza y amor.
Fe: pedirle a Dios todos los días que aumente nuestra fe. Es Él quien nos mantiene en la lucha. Saber que estamos en sus manos y que nos reconfortará.
Esperanza: poner la esperanza en Dios y en su amor, en la familia, en los padres. Hacer todo el bien que podamos, con quien podamos y en donde estemos; será la razón de nuestra esperanza.
Amor: Jesús nos dio dos lecciones: nadie tiene mayor amor que aquel que da la vida por sus amigos; y la segunda: volver a leer la parábola del Buen Samaritano. “Cuando te encuentres con una persona, vela, acércate a dialogar con ella, compadécete y piensa qué puedes hacer por ella”.
Hablando de la familia en tiempos de crisis, el Padre aseguró que la prioridad es la familia y mencionó cinco aspectos importantes a considerar:
- Estar presentes en los buenos y malos momentos, gastar tiempo y energía en familia.
- Aprecio en familia. Seguir el ABC en la familia: abrazos, besos y cumplidos. La proximidad física, expresar el cariño todo lo que se pueda.
- Comunicación positiva. Ayuda a construir familias fuertes.
- Convivencia en familia. Dedicar lo mejor de uno a los demás.
- Manejo de estrés y crisis a través de la comprensión, el perdón, la flexibilidad y el buen humor.
Finalmente, el Padre comentó que para conseguir fe, esperanza y amor en tiempos de pandemia es indispensable orar y vivir mejor la Eucaristía; vivir la misa desde casa como si estuviéramos en la iglesia; hacer la comunión espiritual y mantener una vida de oración (fe, esperanza y oración).
“La única solución eres tú. Trabaja fuerte en la fe, esperanza y el amor, las tres columnas que te harán ver los problemas de la vida de manera más pequeña”, comentó el Padre para cerrar su ponencia.