El 23 de mayo se realizó una peregrinación de la sección de señoras de Córdoba y Orizaba al Santuario de la Virgen desatanudos en Mandinga, una comunidad cercana al puerto de Veracruz. Este santuario se ubica en la Isla de las Conchitas y se encuentra en una laguna, aproximadamente a 15 minutos en lancha desde Mandinga.

Rodeado de paisajes hermosos y personas cálidas y amables, el santuario ha venido a darle una vida y espiritualidad muy especial a este lugar con la presencia de la imagen de la Santísima Virgen.

La peregrinación fue organizada por el equipo cuatro de la sección de Córdoba y comenzó a las 8:30 a.m., dándose cita 50 señoras de ambas secciones y algunas invitadas. Estuvo dirigida y encabezada por el director local del Regnum Christi, el P. Juan Antonio Torres, L.C., quien ofreció el retiro correspondiente a mayo, mes dedicado a la Virgen.

El padre Torres narró cómo fue que comienza la devoción a la Virgen desatadora de nudos. En Alemania, un matrimonio tenía dificultades y fueron con el párroco por consejo para salvar su relación. El sacerdote les sugiere que le rezaran a la Virgen María. En aquella época, cuando se casaban, se les ataban las manos a los contrayentes con un listón en las manos y cuando había alguna dificultad le hacían un nudo. Esta pareja tenía el listón lleno de nudos y después de pedirle a la Virgen que los ayudara, se encontraron con que el listón ya no tenía ni uno solo.

En Veracruz surge la idea de abrir este santuario durante las misiones de Semana Santa del 2022 cuando los misioneros vieron la apatía que se vivía en este pueblo. Se pensó que los habitantes podrían hacer un vínculo muy especial encomendándoselo a la Virgen y llevándoles una imagen para que la puedan visitar. Les sugirieron la pequeña isla para hacer un santuario y a partir de ahí se han visto ya frutos con las personas del lugar.

El P. Juan Antonio comenta que todos los nudos en nuestra vida y relaciones humanas se suscitan por orgullo, soberbia y egoísmo, que son obras del demonio. Así como con Adán y Eva que fue el primer nudo del mundo: “Comienza la desconfianza, las sospechas y otros desacuerdos se dan por las insidias del demonio. En la vida sucede frecuentemente y cuando queremos desatar los nudos pensamos que nosotros siempre tenemos la razón y ahí es cuando debemos pedirle a la Virgen que nos ayude. Lo primero que hay que pedirle es la humildad”, mencionó.

“Debemos pedirle que nos ayude a aceptar los designios de Dios, a no querer imponer nuestra voluntad. Que no nos desesperemos ni perdamos la fe. Más que reclamarle e imponerle nuestros planes, hay que preguntarle ¿Qué quieres de mí? ¿Qué debo hacer para mi salvación eterna?, continuó el padre.

Habló también de la otra virtud que tiene la Virgen: “la paciencia, la espera de que Dios tiene sus tiempos y son perfectos. Y es algo que debemos ejercitar en nuestra vida. Él quiere que le pidamos también pero tenemos que aprender a aceptar sus caminos”.

Al terminar la Celebración Eucarística, las señoras colocaron sus listones blancos con sus intenciones en los troncos con sus nudos correspondientes pidiendo con mucha fe y esperando regresar para agradecer su cumplimiento con un listón de color en un lugar especialmente asignado para ello.

Se le agradece a las señoras de la sección de Veracruz sus atenciones y recibimiento. Así como al coro, formado por algunas de ellas, que le dio un toque de espiritualidad a la sagrada Eucaristía.

Se concluyó con una convivencia donde las participantes pudieron compartir sus experiencias.