Por:  Vanessa Andrade – responsable comunicación Regnum Christi Tuxtla Gutiérrez

El 25 de enero se llevó a cabo una plática titulada: “Spa del Alma 2019” por el P. Jorge Fernández Tijerina, L.C., bajo el título: “Cuando el camino está lleno de espinas”.

El Padre exhortó a las 75 participantes de la sección señoras del Regnum Christi de la localidad e invitadas, a pensar en “nuestras espinas, en aquello que nos preocupa, que nos puede incluso atormentar en relación con nuestra familia, con hijos y esposos”.

Dividió en varios temas la plática, basada toda en el Himno a la Caridad de San Pablo en 1a de Corintios 13, 1-13.

En la primera parte, el padre habló sobre el camino del matrimonio que a veces puede estar lleno de muchas espinas. “No he encontrado una persona que pueda ser mala, todos podemos ser un reflejo de la misericordia de Dios”.

Explicó que lejos de lo que muchos creen y que temen a este sacramento en esta época, el matrimonio nos puede hacer caminar de una manera más cómoda. “El amor no quita las espinas, pero nos hace más resistentes”.

Hizo conciencia de que el acto conyugal es más que la unión física, aunque lamentó que actualmente no se enfoca a la entrega de todo el ser sino a aprovecharse de la otra persona.

Sobre este tema habló sobre la Paciencia de Dios, que sabe esperar. Sus palabras fueron: “La paciencia de Dios es ejercicio de la misericordia con el pecador y manifiesta el verdadero poder”. Mencionó que tener paciencia no significa dejar que nos maltraten, el problema es cuando exigimos que las demás personas sean perfectas. Que esperamos que se cumpla sólo lo que nosotros queremos y reaccionamos de forma agresiva.

Habló también del tema Actitud de servicio, que indica que el amor beneficia y promueve a los demás, que es servicial. La caridad del amor es servicial. “El amor no es un mero sentimiento sino una actitud de hacerle el bien al otro”. Hizo reflexionar que cuando se hace el bien a los demás, nos hacemos infinitamente felices. Aconsejar, animar, acompañar, cuidar, aceptar a tus hijos los hace enormemente felices. “El amor es entrega y eso nos hace plenamente feliz”, comentaba causando reflexión en las participantes.

Mencionó a San Ignacio de Loyola con su frase: “El amor se debe poner más en las obras que en las palabras”, interpretándolo como que las cosas materiales no son amor, lo que quieren los hijos es llenarlos de tiempo, de escucha, acompañamiento, comprensión, es decir, de amor.

Otra cualidad que mencionó fue Sanar la envidia (Zeloi): “De aquí viene la palabra celos”.  Mencionando citas bíblicas, compartió que en el amor no hay lugar para sentir malestar por el bien de otro (Hch 7, 9; 17,5).

Invitó a reflexionar a cada participante con estas palabras: “la envidia es una tristeza por el bien ajeno que muestra que no nos interesa la felicidad de los demás, ya que estamos centrados exclusivamente en el propio bienestar. Mientras el amor nos hace salir de nosotros mismos, la envidia nos hace centrarnos en el propio yo, en nosotros mismos”. Exhortó a reflexionar que el verdadero amor valora los logros de los demás, no los siente como una amenaza y se libra de ese sabor amargo de la envidia. En el matrimonio es aceptar las virtudes y talentos de nuestro esposo para alentarlo a ser mejor y no sentir envidia.

Recordó que Dios dice en los mandamientos: “no codiciarás los bienes de tu prójimo”. Puso cómicamente el ejemplo de las bolsas de las mujeres, en cuánto gastan en bolsas y que parece competencia.

La siguiente cualidad de la que habló fue la Amabilidad, mencionó que “el amor no es áspero”.  Al ser amables nos dijo que somos delicados en lo que decimos y hacemos, evitamos todo aquello que le pueda molestar a nuestro prójimo y que las personas que son dulces son las que todas las personas quieren.

“El amor no obra con rudeza, no actúa de modo descortés, no es duro en el trato. Sus modos, sus palabras, sus gestos, son agradables y no ásperos ni rígidos. Detesta hacer sufrir a los demás.”

Compartió su vivencia con el Papa en el centro de la capilla, la paciencia y dulzura que sintió, de una persona amable donde la caridad se manifestaba.

Al ser educador de sacerdotes, ve que la parte externa del trato de los sacerdotes sea amable y no repulsivo de los otros, ya que está consciente que hay personas que se alejan por estar con un sacerdote regañón y no vuelven a confesarse.

Habló de Jesús como un hombre fuerte y atlético, que mostró enojo en algunas ocasiones pero a la vez era dulzura al sanar y perdonar.  Al ser Dios admiró la fe y daba la paz. Mencionó que “Dios nos da consuelo, paz, aliento y así deben ser. La caridad es desprendida.”

En la segunda parte habló del Desprendimiento. Retomó brevemente a Santo Tomás de Aquino que se inclinaba más a la caridad, a querer amar más que a ser amado y que de hecho, las madres que son las que mas aman, buscan más ser amadas sin esperar nada a cambio (Lc 6, 35), hasta llegar al amor más grande, que es dar la vida por los demás JN 15, 13. Invitó a darse cuenta que “Jesucristo enseña a desprendernos de nosotros mismos”.

Continuó con el Perdón, recordó que Jesucristo es la cruz ante sus verdugos y pidió perdón al Padre por que “No saben lo que hacen”. Dijo que “muchas veces hace falta aceptarse a sí mismo, saber convivir con las propias limitaciones e incluso perdonarse, para poder tener esa misma actitud con los demás. Pero supone la experiencia de ser perdonados por Dios, justificados gratuitamente y no por nuestros méritos”.

La siguiente característica de la que habló fue Disculpar todo. Todo lo disculpa, “No condenéis y no seréis condenados” (Lc 6, 337). Explicó que disculpar es “dejarle el juicio a Dios. Sólo a Dios le toca el juicio y a nosotros nos toca perdonar, comprender, disculpar”

Otro tema fue la Confianza. Hablando sobre la importancia de la confianza, que el amor confía, deja en libertar, es renunciar a controlarlo todo.

“Es no querer controlar al otro”, puso como ejemplo la comunicación entre los esposos,   preguntas usuales como: “¿dónde estas?”, “pásame tu ubicación”, “¿con quién estás?”. Talvez se haya perdido la confianza y sea difícil, pero que hay que analizarse de manera personal porque quizá son alucinaciones de la mujer y eso es algo terrible.

Habló sobre la Espera, que significa: no desespera el futuro. Explicó que es “sobrellevar con espíritu positivo en medio de un ambiente hostil. Es amor a pesar de todo”. Es saber que “Dios escribe derecho en renglones torcidos”.

El padre Fernández terminó su plática con la característica Soporta Todo, que significa “sobrelleva con espíritu positivo todas las contrariedades”.

Con la proyección de un video concluyó este tema ya que hizo recordar a muchas los motivos por los cuales cada una se casó.

Posteriormente en una sesión de preguntas y respuestas, el Padre con toda paciencia respondió y aconsejó con amor, solicitando a todas pedir por nuestros semejantes. Algunas respuestas se basaron en que para Dios no hay nada imposible, porque Dios todo lo puede lograr con su omnipotencia.

Sus respuestas lograron que las señoras escucharan, se identificaran y vieran caminos para solucionar problemas personales en su matrimonio, gracias a que el Padre mostró siempre ejemplos enfocados al perdón, tolerancia e incluso a aceptar cuando algo no funciona y que afecta a la familia entera. Con una bendición cerró el “Spa del Alma” dejando a las señoras muy contentas y agradecidas.