Llamadas a cultivar y contagiar esta virtud
Del 14 al 16 de marzo, la sección de adultos femenil de Toluca vivió su triduo anual de renovación y asociación al Regnum Christi. Asistieron 42 personas, de las cuales ocho se asociaron como miembros del Regnum Christi, siguiendo el llamado y dando su “sí” a Cristo para trabajar por su Reino y en la Evangelización de las almas.
Fue un retiro de tres días que se vivió en silencio para reencontrarse con Dios y escuchar su mensaje. El silencio nos lleva a orar y contemplar a Dios, para que el corazón se llene de esperanza, amor y alegría. En este retiro se vivió un ambiente de mucha oración, meditación y comunión, además de ser un año muy especial por el Jubileo de la Esperanza 2025.
Las meditaciones que se dieron fueron muy enriquecedoras, enfatizando que somos “Peregrinos de Esperanza” y como buenos católicos tenemos la misión de cultivar esta virtud y contagiarla a los demás para alcanzar la santidad. Algunas predicaciones las dio el padre Vicente Durán, L.C., director local, junto con la consagrada Maricela Betancourt y la consagrada Claudia Creel.
Cada momento de reflexión fue un medio para que Dios transmitiera su mensaje, su amor y misericordia, encontrando las respuestas necesarias a aquello que cada asistente necesita, invitándoles a ser testigos de Él y su palabra, que cada acción que realicen dé frutos en su familia, en su entorno y en la sociedad.
Como parte de la mística y metodología del triduo, también se llevaron a cabo varias actividades espirituales para fortalecer un encuentro más íntimo con Cristo, a través de la reflexión personal, la confesión, dirección espiritual, la adoración eucarística, misas, el Santo Rosario y el viacrucis.
Una de las participantes compartió que la oración que elevó a Dios inspirada en este retiro:
“Señor que mis manos, mis pies, mis ojos, mis oídos, mi boca y mi corazón puedan ponerse a tu servicio para que no sea yo sino tú quien hable a través de mí, deseo que no sea yo sino tú quien actúe a través de mí, que no sea yo sino tú quien vea a través de mí, que no sea yo sino tú quien escuche a través de mí y que no sea yo sino ti quien ame a través de mí, porque mis manos, mis pies, mis ojos, mis oídos, mi boca y mi corazón son tuyos, ya no me pertenecen, yo dependo de ti y siendo tuya por completo me pongo a tu disposición para que actúes en mí y me permitas configurarme a tus sentimientos, Jesús en ti confío, agradezco todo lo que me das y deseo responder a tu llamado dándome a los demás como tú lo haces, quiero olvidarme de mí para poder experimentar el ser más como tú, lléname con tu amor y permíteme ser ese instrumento tuyo que a donde vaya pueda llevar esa luz y transmitir tu amor, llevar al más necesitado esperanza y no dejar pasar ni un solo día en amar al más pequeño porque en el más pequeño de mis hermanos estás Tú, amado Jesús deseo con todo mi corazón ser santa, sígueme transformando y ayúdame a parecerme más a ti cada día, Sagrado Corazón de Jesús, haz mi corazón semejante al tuyo. Amén”.
