En el marco de los 500 años de las apariciones de la Virgen María a Juan Diego, surge el Camino de Guadalupe en el Pico de Orizaba, Veracruz. Una iniciativa de la Iglesia Católica al servicio de los más pobres y marginados.

El Pico de Orizaba, la cumbre más alta de México, simboliza el destino más elevado al que se puede aspirar: el cielo. Peregrinar por el Camino de Guadalupe es caminar con determinación a la vida eterna tomados de la mano de la Virgen María.

El Camino de Guadalupe ofrece un itinerario: se puede partir de la cabecera municipal, La Perla, o de Macuilacatl Grande, y hacer el recorrido actual de 29 o de 22 kilómetros hasta el Jardín de Guadalupe, situado en la comunidad de El Minero. Las estaciones intermedias hasta ahora establecidas son San Martín, La Ciénega, Chilapa y Las Trincheras.

A continuación se reproduce una entrevista con el P. Evaristo Sada, L.C., director de la «Misión MasAlto», promotora del Camino de Guadalupe.

¿En qué consiste el camino de Guadalupe?

El Camino de Guadalupe surge en el novenario intercontinental guadalupano conmemorando los 500 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego que se celebran en 2031. Consiste en un camino que va atravesando poblaciones en el Pico de Orizaba con una particular, y es que cada cinco o seis kilómetros llegas a una plaza y en cada plaza hay una imagen grande y bella de la Virgen de Guadalupe: una está tallada en piedra, en una aparece con Juan Diego, en otra con Juan Pablo II, en otra con Rafael Guízar y Valencia, hay otra de acero que es de cinco metros de altura; pero todas ellas tienen como contexto la belleza del lugar. El Pico de Orizaba es un lugar extraordinariamente bello, un lugar de montañas con flores, pájaros, ríos, cascadas y gente extraordinariamente bella también.

Este es el contexto en el que el peregrino puede ir subiendo la montaña. En la Sagrada Escritura la montaña es el lugar del encuentro con Dios. Y eso buscamos que al subir la montaña los peregrinos encuentren a Dios, de la mano de María, en un ambiente de belleza.

¿Por qué la belleza? Porque es uno de los modos en los que la santísima Virgen se presentó ante Juan Diego. Si recuerdas el cerro Tepeyac es un lugar árido, lleno de nopales, de piedras y de pronto se encuentra Juan Diego con que las piedras son diamantes, los nopales son rosas y está rodeado de un ambiente de amanecer, de cantos de pájaros como lo expresa el Nicán Mopohua. Ahí Juan Diego se da cuenta de que está en un clima celestial, y eso a él lo introdujo a un ambiente sobrenatural. Esa es la misma experiencia que podrán vivir los peregrinos.

¿Cuál es su propósito?

Una de las cosas que buscamos es lo que podríamos llamar de alguna manera como el “método guadalupano”. Dios Nuestro Señor quiso que la evangelización en México viniera por la Virgen de Guadalupe. Entonces si Dios ya eligió ese camino para la evangelización de México uno dice “no le busques más”. La Virgen de Guadalupe y el acontecimiento guadalupano tiene un sinfín de elementos de una pedagogía magistral, que es pedagogía de Dios y de María. Esos mismos modos de la Virgen sean el modo en que se evangelice a las comunidades del volcán y que más aún, sean ellos los evangelizadores de nuestros tiempos: los campesinos de una fe increíble, de quienes aprendemos mucho y que pueden ser un manantial de fe para todo México.

¿Qué relación tiene el camino de Guadalupe con el amor al prójimo?

Otro elemento clave es que oración y acción van juntos, devoción y obras de caridad cristiana. El Catecismo de la Iglesia Católica dice que la caridad es el sello de autenticidad de la vida de oración: estás lleno del amor de Dios, entonces desbordas amor; si no desbordas amor, duda de que haya vida interior.

Aquí buscamos con toda intencionalidad, así como la Virgen se ocupó del tío de Juan Diego y de resolver los conflictos entre españoles y mexicas como una madre que promueve la misericordia y la caridad, llevar de la mano un camino de oración pero también un camino de obras de misericordia. Estamos comenzando la construcción de 25 casas en una comunidad que se llama Chilapilla con la ayuda de fundación Banorte. Estamos implementando un sistema de agua potable con la fundación Rotoplas. Estamos creando invernaderos para el cultivo de flor porque son extraordinarios en el cultivo de flor en la zona; llevamos hasta ahora 83 invernaderos que son propiedad de chicas de preparatoria, de madres de familia que tienen a través de ellos un medio de sustento para ellas y sus familias y así otras actividades que pretenden mejorar las condiciones de vida en la zona.

De esta manera proponemos que la gente que haga el camino crezca sí en amor a la santísima Virgen pero, puesto que crece en amor a la Virgen, crece en amor a Cristo, pues María siempre nos lleva a Jesús. María de Guadalupe se presenta como la portadora de Cristo: una mujer encinta que nos trae al Salvador y simultáneamente las obras de misericordia que es el sello de autenticidad de la vida cristiana. Por lo tanto esperamos que cualquiera que haga este camino salga queriendo mucho más a María, mucho más a Cristo y mucho más al prójimo.