Las historias de la realeza acaparan las primeras planas de los diarios y se vuelven tendencias en redes sociales como Twitter. Las bodas de los príncipes, las visitas de estado, las declaraciones del monarca de alguna nación, los eventos de coronación y el nacimiento de un nuevo miembro de la familia real suelen ser sucesos que las personas, principalmente los ciudadanos de estos países suelen estar siempre al pendiente.
Pero existe un Rey que su poder trasciende al lugar y al tiempo, un Rey que gobierna desde el servicio y que su bandera es la caridad, su reinado “no es de este mundo”.
“Hay muchos reyes en la actualidad, puede ser el llamado el rey de los deportes, como el béisbol, el rey del futbol, Pelé; pero sólo hay un rey de Reyes y ese es Cristo, que debe gobernar nuestras vidas”
Fernando Delgadillo López, LC
Localidad Guadalajara Sur
Ese Rey ha sido proclamado y celebrado recientemente por la Iglesia universal y con un cariño especial, por todos los miembros del Regnum Christi en el mundo. En particular, en el territorio del Norte de México.
Una gran cantidad de familias, Legionarios de Cristo, Consagradas del Regnum Christi y Laicos Consagrados del Regnum Christi, junto con jóvenes, adolescentes y niños, se dieron cita para celebrar la solemnidad de Cristo Rey del universo. Llenos de emoción y con el alma encendida, se unieron en torno a la Eucaristía, para mostrar su fidelidad al Reino del Maestro, del Redentor, pero sobre todo del Amigo que ha dado la vida por nosotros.
En todas las localidades del Regnum Christi del Norte de México se escuchó uno de los himnos más representativos de la nación mexicana, después del himno nacional y el canto guadalupano; es decir:
“Que viva mi Cristo, que viva mi Rey, que impere doquiera triunfante su ley”.
Jóvenes, hombres y mujeres, realizaron su rito de asociación al Regnum Christi y una cantidad mayor, renovaron su compromiso a esta vocación a la que fueron llamados.
Los adolescentes dieron un paso importante y crearon una alianza con Cristo a través del ECYD el cuál tuvo un lugar preferencial en esta celebración por el inicio del jubileo por sus 50 aniversario.
Caravanas, vigilias, convivencia, retiros, torneos, fueron algunas de las muchas actividades del ECYD para comenzar su jubileo, acompañados de Cristo Rey Amigo.
La alegría de encontrarnos reunidos como familia carismática y como parte de la Iglesia universal, parece no caber en los colegios, parroquias y centros, donde se llevaron a cabo cada una de las celebraciones en el territorio.
