Unos meses después de que se había hecho un retablo del Sagrado Corazón de Jesús en la Ciudad de México, nace en la ciudad de Irapuato, Guanajuato éste apostolado allá por el año de 2012.
“Había que hacer viva y rescatar esta devoción, esta espiritualidad del corazón de Jesús que tanto nos ama”.
Marisol Montibeller
Marisol Montibeller responsable del apostolado en la localidad de Irapuato, hace énfasis en la particularidad de la imagen, que a diferencia del de la Virgen Peregrina, no estaría visitando los hogares sino quedándose en ellos, para entronizar su imagen y vivir su reinado. Que las virtudes de Cristo se hicieran presentes en cada hogar, que se tuviera un lugar para orar, se consagraran las familias y se conocieran las doce promesas dadas a Santa Margarita María de Alacoque desde el año 1673.
“Yo estimaría en poco todo lo que sufrí en mi pasión por ellos, y si fuera posible querría hacer más, pero lo que más me hiere, es que ellos no tienen más que frialdad y rechazo a todos mis deseos de hacerles el bien. Al menos tu ámame, dame el gusto de suplir sus ingratitudes en cuanto puedas y seas capaz. Yo seré tu fuerza, no temas nada, atiende a mi voz y a lo que voy a pedirte para disponerte a cumplir mis designios”.
Santa Margarita María de Alacoque
Marisol nos comparte cómo fue que inició el apostolado en Irapuato y recuerda que fue totalmente providencial:
“Providencial, como son las cosas del Señor. Yo había adquirido el retablo del Sagrado Corazón en un Encuentro de Juventud y Familia Misionera y un día antes de dirigirme a mi retiro en la sección, al salir de mi casa le pregunté a Nuestro Señor, viendo mi retablo: ‘¿Te quieres ir conmigo?’ Y me lo llevé. Sí me llevé mi retablo al retiro y ahí surgió, no pude dejar de hablar de Él, no podía dejar pasar la oportunidad de hablar de su amor a cada momento, de sus doce promesas, de la necesidad de entronizarlo en nuestros hogares. Es una gran labor la que nosotras mujeres, podemos realizar en casa, como madres, como abuelas, como amigas, en nuestras parroquias, en todos lados. Ese día 60 personas se decidieron a entronizar su retablo y algunas, regalarlo a otras familias; que sus familias volvieran su mirada al Gran Corazón de Jesús”.
Marisol Montibeller
Así iniciaron en Irapuato con un equipo de siete personas haciendo presente el apostolado en exposiciones católicas, eventos del Regnum Christi y en los círculos de estudio de la sección. Actualmente el apostolado está conformado por 20 personas, que son acompañadas de sacerdotes diocesanos y legionarios de Cristo quienes dan a conocer las 12 promesas del sagrado corazón dadas a Santa Margarita y animando a los participantes a hacer por lo menos una vez en la vida los 9 viernes primeros de mes.
El apostolado está organizado por equipos o centros de trabajo, en donde se entregan los panfletos o estampitas para realizar el conteo de los 9 viernes primeros, se ofrecen los retablos tanto el de madera, como el retablo misionero y se tiene una extensa cantidad de material de apoyo como el rosario de las llagas, un pequeño libro para los niños sobre la devoción, entre otros.
Poco tiempo después de iniciado el apostolado, llegan a la ciudad de Celaya, Guanajuato, tres Hermanas de la Visitación, de la Congregación de Santa Margarita María de Alacoque quienes fueron enviadas desde la ciudad de Aguascalientes a fundar un monasterio.
Una gran amiga y compañera de apostolados anteriores, invita a Marisol a conocer dicho monasterio en fundación, para de la misma forma iniciar en Celaya con la devoción al Sagrado Corazón, por lo que acuden a la “Guardia de Honor del Sagrado Corazon de Jesús” en dicho monasterio, cuyo objetivo es amar, reparar y dar gloria y consuelo al corazón de Cristo durante una hora del día, dedicándola a hacer mejor lo que toca a cada una en esa hora en particular y por amor a Él: trabajo, estudio, descanso, convivencia, etc.
Conforme fueron compartiendo y expandiendo el apostolado, se dan cuenta que la devoción podía iniciar reforzando también en los niños su fe y su amor a Jesús Sacramentado desde pequeños por lo que comenzaron a entregar “detentes“ a alumnos de tercero de kínder y medallas a alumnos desde primero de primaria hasta bachillerato en el Instituto Cumbres de Irapuato.
“Fue increíble ver cómo los niños hacían su hora de guardia al Corazón de Jesús y por ellos mismos los papás se consagraban, conocían la devoción y las promesas llegando así a comprometerse a desagraviar a Jesús. Fruto de lo anterior fue la afiliación de los participantes al Regnum Christi”.
Marisol Montibeller
Otro evento que Marisol recuerda de manera muy especial es el legado de una generación de bachillerato del Cumbres Irapuato que, a iniciativa de una de sus maestras, decidió compartir con todos los alumnos la devoción por el amor al Sagrado Corazón de Jesús. Los jóvenes próximos a graduarse invitaron a sus compañeros a consagrarse, a regalarle una hora al día a Jesús, ser su Guardia de Honor y hacer los viernes primeros.
“Es maravilloso cómo Nuestro Señor nos permite apoyarnos unos a otros y susurra ideas que nos llenan de amor”.
Marisol Montibeller
Todo esto fue marcando un rumbo para que los colegios dentro y fuera de la ciudad, parroquias y fundaciones donde se preparan niños a recibir sus sacramentos como el CRIT y Fundación Redes de Amor, adoptaran esta hermosa devoción como un medio para continuar evangelizando.
Actualmente se ha extendido más la devoción al Sagrado Corazón de Jesús teniendo presencia en la Catedral de Irapuato, en la Parroquia del Buen Pastor, en el templo de San José, en la Parroquia Santa Margarita, en la Parroquia María Auxiliadora, en el templo de La Soledad (patrona de la ciudad), y en diversas comunidades. También en diversos colegios tales como: Instituto Cumbres, Kipling, Instituto Abasolense; sin dejar de mencionar cómo ha abierto hogares en las Misiones de Semana Santa.
La dinámica que se tiene particularmente en las parroquias consiste en impartir la charla sobre la devoción de asistir a la eucaristía cada viernes primero de mes, seguida de la consagración de las familias al Sagrado Corazón, invitando a los participantes a llevar su retablo a casa.
Además de la amplia presencia que tiene el apostolado en la ciudad de Irapuato, se ha extendido también a otras ciudades, tal es el caso de Arandas, Jalisco en donde cuentan con un gran grupo de Guardias de Honor, y un equipo de trabajo local que está por iniciar proximamente sus encuentros con Cristo.
“La presencia en la Diócesis ha ido en aumento. El Señor nos va abriendo camino y guiando, cada día nos damos cuenta de que gracias a este hermoso apostolado tan sencillo de realizar y de tan santos beneficios, queda a la mano y a las posibilidades de cualquiera de nosotros y que se trata de hacer puentes que conecten el corazón de Cristo al corazón de nosotros sus hijos de quien hemos recibido todo. ¡Dios sea Bendito!”
Marisol Montibeller
Para concer más de este apostolado, sigue éste enlace.