Por P. José Valencia, L.C.
Quiero ir cerrando esta serie de artículos sobre los elementos esenciales del relanzamiento de una sección. Encontrar un camino que funcione es complicado, encontrar uno que funcione para todos es imposible. Sin embargo, puede resultar más sencillo encontrar lo que no funciona, lo que daña, lo que impide que el Regnum Christi prenda fuego al mundo entero. Me acuerdo de esa novela de CS Lewis, en donde el diablo le escribe cartas a su sobrino dándole consejos para que todo salga mal…, permítanme utilizar esa creativa, aunque incisiva forma:
Como si Dios no existiera
Evita poner en manos del Señor tu trabajo, olvida que “si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles”. Trabaja solo, sin fe en el éxito, sin la compañía de aquel que vela por sus hijos de día y de noche. Olvidando que Cristo es el primer interesado en que haya nuevos apóstoles para la Iglesia. Reza poco y contempla menos.
¿Nuestro carisma es el stress?
Trabaja buscando sólo frutos a corto plazo, no esperes a la formación de formadores, evita generar los lentos procesos de cambio profundo. Vive tan polarizado por hacer muchas actividades que te olvides de transmitir el amor de Dios que requiere acompañamiento personal frecuente, pausas, silencios, esperas… Y si puedes, ¡haz muchos grandes eventos! Crece tan rápido que no haya quien pueda sostener la construcción. Trata de tener más hijos espirituales de los que realmente puedas educar.
Tú eres el director de la orquesta
Construye sobre ti mismo. Evita delegar o empoderar a otros. No te preocupes por generar estructuras, por confiar en tu equipo, por hacerte a un lado para dejar que otros se equivoquen y aprendan. Olvídate del buen pastor y conviértete en un gran “manager”. Controla hasta los últimos detalles. Que todo dependa de ti y así cuando te cambien, todo se vendrá para abajo…
Echando a perder se aprende
Evita pedir consejo o aprender de lo que otros sembraron. Experimenta siempre cosas nuevas. Duda de todo lo que ha funcionado. Construye sólo sobre experiencias sentimentales que dan frutos asombrosos, pero a veces superficiales. Transforma la evangelización en un club social sin mayor profundidad.
No vayas a ser eficaz
Evita hacer las cosas con calidad, mejor dedícate a la cantidad que es más vistosa. Huye de ofrecer formación y eventos de altura. Huye de lo profesional y del hacer el bien de la mejor forma. Apaga la creatividad. Trabaja poco, confórmate con un ritmo de trabajo mediocre, con una formación fría y racional que olvide los detalles y los sentimientos, aférrate “a lo de siempre”, gasta tu tiempo sin salir al encuentro de las personas más líderes, quédate en tu oficina pues ya nada funciona…
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En fin, muchos de estos puntos son errores que yo mismo quisiera evitar. Hay que pedirle a Cristo que nos haga siempre humildes, siempre dispuestos a volver a empezar, que nos permita confiar en su obra y que nos permita abrirnos a las novedades del Espíritu. Cristo está buscando que respondamos a su llamado: “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio”, vayan y hagan que el Reino de Cristo sea lo que debe de ser.
PUNTO PARA REFLEXIONAR: Necesito ser humilde para no estorbar el plan de Dios.
VERSÍCULO PARA VIVIR: “Destruyan este templo y yo lo reconstruiré en tres días” – Jn 2,19
¡APLICA! Pide a alguien cercano que te diga tus puntos débiles como apóstol.