El análisis de las características que presentan, en general, las víctimas de acoso escolar, distingue dos tipos de patrones de comportamiento.
Lic. Sofía Martínez Agraz, Gerente de Ambientes Seguros de la Red de Colegios Semper Altius
Dra. Lorena Highland Angelucci, Gerente de Psicopedagogía de la Red de Colegios Semper Altius
La mayoría de los estudios realizados acerca del bullying señalan que tener amigos y ser aceptado, son factores protectores frente a dicho fenómeno. El análisis de las características que presentan, en general, los niños y jóvenes que sufren la violencia, distingue dos tipos de patrones de comportamiento en las víctimas de acoso escolar. Conocer dichas características nos permite como padres de familia, apoyar el desarrollo de aquellas competencias necesarias para prevenir o manejar situaciones de riesgo.
Las víctimas pasivas son aquellos menores que:
- Tienden a aislarse socialmente o tienen una red de amigos muy limitada en el salón de clases.
- Presentan dificultad de comunicación y baja popularidad. Su conducta es pasiva, mostrándose temeroso ante la violencia.
- Manifiesta vulnerabilidad, alta ansiedad, inseguridad y puede llegar a dudar de sus capacidades y recursos personales.
- Existe una tendencia a culpabilizarse de su situación y a negarla por considerarla vergonzosa.
- Buscan constantemente la orientación de los adultos, lo que en muchos casos está relacionado con una posible sobreprotección por parte de la familia.
Otro grupo de niños y jóvenes que puede llegar a ser víctima de bullying, es aquel que se conoce como víctima activa. Este niño o joven se caracteriza por:
- Tendencia a emplear conductas que pueden ser agresivas, irritantes y provocadoras ante el grupo, casi siempre originado por una tendencia impulsiva, sin elegir la conducta más adecuada a cada situación.
- Este tipo de comportamientos causan en ocasiones, una situación social de aislamiento e impopularidad.
- Mezclan frecuentemente este papel con el de agresores. Parecen haber tenido, en su primera infancia, un trato familiar más frío, rígido y coercitivo que otros de sus compañeros.
La relación entre estilos de crianza y los perfiles de víctima/agresor en relación al bullying, nos compromete a analizar como padres de familia, cómo estamos formando a nuestros hijos. Es muy importante prevenir el bullying a través de la formación integral, disciplina formativa y de la relación entre colegio y la familia.
Bulnes, M. (2013). No más víctimas. Planeta: Argentina.
La victimización producto del bullying escolar y su impacto en el desarrollo del niño desde una perspectiva neuropsicológica. Artículo publicado en la Revista de Educación y Desarrollo y disponible en: http://www.cucs.udg.mx/revistas/edu_desarrollo/anterioresdetalle.php?n=32