Cinco tips para educar con amor a nuestros hijos
Por Silvia del Valle
Hace tiempo mi familia vivió una experiencia increíble en un encuentro de familias y mi hija la más chica, que ayudó a cuidar a los niños pequeños, me comentó que se dio cuenta que los niños le hacían más caso cuando les hablaba con cariño y paciencia que cuando hablaba fuerte y quería ser tajante en su forma de hablar.
Eso me hizo pensar que mi hijo más grande me dijo hace unos días que ya había entendido que conmigo ganaba más si me hablaba bien y me mandaba mensajes bonitos, que si me exigía las cosas de forma fuerte.
En verdad que yo estoy convencida de que logramos mejor y más rápido nuestros objetivos si hacemos las cosas con amor. Por eso San Agustín decía “Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor”.
Por eso aquí te dejo mis 5 tips para educar con amor a nuestros hijos.
PRIMERO. Conoce a tus hijos.
Nadie ama lo que no conoce. Por eso es importantísimo que nos demos tiempo de estar en contacto directo con nuestros hijos.
Sé que suena obvio esto, pero en la actualidad, el ritmo de vida y los horarios que tenemos hacen cada vez más difícil esto.
Las escuelas tienen horarios extendidos y el tráfico hace que los trayectos se realicen cada vez en mayor tiempo y en condiciones más desesperadas.
Es necesario destinar algunos minutos al día para convivir y conocer con nuestros hijos, de esta forma podemos educarlos, es decir, guiarlos y dejarlos crecer con amor.
Y si esto implica un sacrificio o un esfuerzo extra, creo que bien lo vale porque de la manera en que tratemos a nuestros hijos dependerá como sean en su vida y cómo afronten los retos que se les presenten.
SEGUNDO. Busca lo que es mejor para ellos.
Hago esta predicción porque no siempre lo que es lo mejor para ellos es lo más fácil para nosotros los papás, casi siempre nos implica esfuerzo, entrega y paciencia.
Es importante que estemos dispuestos a dar la vida por nuestros hijos y buscar siempre su bien.
También es necesario prepararnos para atender lo que nuestros hijos van presentado, aunque esto implique dejar algún gusto o dedicarle algún tiempo de nuestro sueño.
Las lecturas, los cursos, los videos que podamos conocer son excelentes porque así pondremos todo lo que está en nuestras manos para lograr la empresa más importante de nuestras vidas que es la educación de nuestros hijos.
TERCERO. Habla en lugar de gritar.
Ya en la práctica, es importante saber que cuando subimos el tono de voz es más fácil que nuestros hijos se enfaden o se saturen.
Por eso es mejor aprender a darles una pequeña explicación de lo que queremos que hagan o de porqué no deben hacer las cosas.
Si no nos obedecen a la primera es normal, porque los niños aprenden poco a poco. Por eso es importante tener paciencia y hablarles claro.
Los niños son pequeños, no tontos. Entienden muy bien si les explicamos.
CUARTO. Pon límites claros con amor.
Es muy importante que desde pequeños les pongamos límites claros y con amor, pero si no lo hicimos y nuestros hijos ya están grandes no hay problema, podemos hacerlo a partir de hoy.
Debo decir que costará más trabajo pero se puede lograr. Los límites deben ser claros, posibles y concretos y sobre todo deben tener una consecuencia si se pasan.
Cuando los hijos están más grandes, ellos mismos pueden colaborar a establecer tanto los límites, como las consecuencias de no guardarlos.
Recuerda todo debe estar acotado por el Amor.
QUINTO. La paciencia y el Amor deben ser tus mejores aliadas.
Debemos tener muy presentes estas virtudes ya que son las más necesarias en la educación de los hijos. Si no las tenemos podemos hacer pequeños ejercicios de virtud para alcanzarlas y también debemos ejercitarlas en el día a día.
Podemos equivocarnos y es muy bueno que nuestros hijos se den cuenta que cuando haces las cosas por Amor, reconocer los errores no cuesta trabajo y siempre es una oportunidad de crecer.
El Amor lo perdona todo y lo hace nuevo todo.
Nosotros debemos ser el ejemplo de nuestros hijos y por lo mismo debemos ser coherentes. Hagamos todo con amor, por Amor y para el Amor. Nuestros hijos son fruto de ese amor.